La sociedad valenciana en su conjunto está hoy de celebración. Ha caído la torpeza de nuestra clase política. Se ha derrotado la soberbia de los que, con el respaldo de los votos del pueblo en las urnas, creen poder hacer lo que les venga en gana cuando acarician el poder. Pero la mata de pelo suave y algodonada de esa criatura llamada poder, por la que pasan la mano nuestros representantes de las instituciones, se torna a veces áspera y espinosa. Entonces, la mano acostumbrada de tiempo al terciopelo sufre la tortura de las nuevas y punzantes cerdas que son la voz alzada en forma de protesta. Siempre se repite la misma historia. Es como si el poder tuviera vida propia. Es como una criatura en adopción a la que según se alimente devuelve risas o llantos, placer o dolor extremo a sus criadores.
Por fin, la Generalitat de Francisco Camps, ha reculado en su locura de impartir Educación para la Ciudadanía en inglés. Desde el comienzo de curso se han venido gestando, cada vez con más fuerza, argumentos y posiciones contrarias a estas directrices del Gobierno valenciano. Hoy la risa se le ha borrado de la boca, en asunto tan delicado como este, al PP de Camps. Con la comunidad educativa plantando cara desde el principio (en forma de Plataforma por la Enseñanza Pública) a nuestros representantes amantísimos de poder y fama les ha salido carísima la jugada. Ellos mismos han reconocido, con algunas ayudas indispensables en el camino, la imposibilidad de extender el inglés a través de esta materia por la falta de profesores especialistas y el bajo nivel de comprensión de Secundaria. Con la huelga inminente de este miércoles en el sector, los encierros en institutos y protestas multitudinarias en la calle de las pasadas semanas, el tan ninguneado pueblo que colocó en silla de piel a los que ahora dirigen el cotarro, se ha salido con la suya. En la sala de máquinas del PP valenciano se tiran de los pelos. No era posible, aunque alguien les sedujo con la idea contraria, apalear a Zapatero una vez más con el pretexto de una asignatura que defiende TODOS los modelos de familia. El pueblo no lo compró y no consintió el capricho y la excentricidad de los guionistas de "Acabar con la Moncloa Roja" parte tres. Quizá será que el pueblo tiene memoria. Puede ser que los hombres y mujeres que han unido sus voces estos meses recuerden que la primera entrega de la trilogía de la factoría pepera versó sobre terrorismo, la segunda sobre el rompimiento de España y la tercera trató del llamamiento a la rebelión en respuesta al intento de otro gobierno de educarnos en valores. ¡Lástima que este estreno nunca lo veamos en cartelera! Ahora que el título se ha desterrado y los ideólogos del guión serán castigados a las mazmorras del olvido, veremos cómo se apuntan de nuevo a culpar al Ejecutivo de la crisis económica. Porque en esto también ha hecho mucho daño Zapatero. Tanto que, con fórmulas como las que él defiende, intenta sobreponerse el mundo de los zarpazos de la avaricia descontrolada de los neocons. Ya me lo decía mi abuela dándome una de sus clases magistrales de vida: la avaricia rompe el saco. Claro que, rectificar es de sabios. Nuestros alumnos no parece que estén iluminados por el atributo de la sabiduría pero ahora parecen estar más cerca de aprender a respetar a todo el mundo por igual.
Hasta mañana Gobierno sabio a la fuerza. Hasta mañana comodona oposición valenciana. Hasta mañana J.
lunes, 15 de diciembre de 2008
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1 comentario:
Cuando las razones no entienden de lógica surge educación para la ciudadania en inglés, siento decirte que no ha sido recular, sino una moratoria de lo que aún siguen pensando en los sillones pperos de FontdeMora y sus alrededores que es un adoctrinamiento rojo esto de la ciudadania.
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