miércoles, 28 de enero de 2009

Lapsus freudiano

Cuando uno entiende que la traición o el desdén provienen del amigo o hermano el golpe, sin ningún género de dudas, es percibido más fuerte.
Entro en casa un poco antes de las dos del medio día. Como es costumbre en mí enciendo la televisión para ver la tertulia política de "Las mañanas de Cuatro" con Concha García Campoy.
En la pantalla aparece la directora del espacio acompañada de un psiquiatra muy habitual de esta cadena, José Cabrera, hablando de la adición al sexo.
En un momento de la conversación y, sin venir a cuento, el mediático médico dice a la presentadora que lo normal es que las relaciones sexuales sean entre hombre y mujer. Esto es lo normal, recalca. Que un hombre mantenga relaciones sexuales con una mujer.
Aclaro en este punto que eso es lo que yo he creído escuchar. Ha sido suficientemente fugaz el comentario para no poder retenerlo con absoluta nitidez en mi memoria pero a mí me ha parecido entender lo que les explico.
Armado de valor y coraje (como el nombre de aquel programa dominguero que presentaba Constantino Romero hace un siglo o dos) ante el tufillo homófobo que llega a mi pituitaria, cojo el teléfono y llamo a la cadena:

- Las Mañanas de Cuatro ¿dígame?
-Buenas tardes. Sé que ya ha terminado el programa. No llamo por la tertulia política.
-Dígame
-Llamo porque he creído entender algo en las palabras del psiquiatra forense pero tengo dudas...
-¡Lo sabía! Sabía que esto pasaría. Lo hemos comentado por aquí.
-¿Ha podido decir que lo normal es que el sexo se practique entre un hombre y una mujer? Es que no entiendo muy bien la intención de ese comentario...
-Pero creemos que no lo ha dicho con esa intención. Pensamos que no ha querido decir lo que ha parecido.
-De la forma que lo ha dicho no me ha gustado nada. Mire, admiro a ese profesional por sus dotes de comunicador y por sus conocimientos. Lo sigo en otros programas de su cadena. Pero lo que he oído, no me ha gustado. Sólo quería hablarlo con ustedes, con el equipo del programa. El colectivo homosexual está en medio de una lucha de intereses permanente de distintos sectores de la sociedad. Si he entendido bien, este comentario no nos favorece nada.
Desde no hace poco tiempo elogio la labor de su grupo de comunicación con Gabilondo, Oliver, Nierga, Francino y Barceló entre otros posicionándose del lado del colectivo homosexual. No entiendo que si su mapa de ruta es ése, un colaborador de uno de sus programas pueda decir lo que he escuchado.
-Le entendemos.
-Sigan como hasta ahora, por favor. Sólo pretendía mostrarles mi perplejidad.
-Muchas gracias.
-Gracias a ustedes.

Sigo pensando que el médico psiquiatra iba por donde iba. No obstante no puedo afirmarlo con rotundidad. Un hombre culto, un intelectual, no se distrae entre marañas de palabras.
Desconozco el alcance de mi llamada a estas horas pero he cumplido con mi obligación.
Deslizarse por el término "normal" es peligrosísimo y más en un plató de televisión.
¿Qué es normal? En una de mis primeras clases en la facultad aprendí a desterrar esta palabra de mi uso cotidiano y profesional. No sólo porque se pueden herir muchas sensibilidades sin necesidad sino porque sus límites son difusos y siempre plantean conflicto.
Respeto la opinión (como no podía ser de otro modo) de este colaborador al que creo amigo por su sensibilidad. No la comparto si sus palabras contenían un atisbo de agresión.
Ni la biología, ni la estadística ni ninguna otra ciencia son buenas amigas de la normalidad.
Quizás he ido demasiado lejos al coger el teléfono pero ya son tantos los golpes recibidos en este tiempo que, a veces, una simple brisa se antoja un fuerte vendaval.
Estarán conmigo en una cosa. No es lo mismo hacer este tipo de afirmaciones en programas frívolos y sensacionalistas donde todo el mundo grita y pierde las formas que en un programa amable que repasa la actualidad del día. Deseo que todo termine en un mero lapsus producido por la mente del doctor Cabrera, de esos de los que Freud habló tanto. De no ser así habría que profundizar más en las páginas del DSM para ver qué pasa por esas cabecitas de estos mundos de dios.
Hasta mañana solitarios divanes de psiquiatra. Hasta mañana platós convertidos en peluquerías de barrio. Hasta mañana J.

martes, 27 de enero de 2009

Homo Baby Boom

Bajo este título se presentó en la ciudad de Valencia un documental sobre la realidad en España de las famílias homoparentales. El sábado pasado, en algún lugar cercano al Turia, al caer la tarde, Anna Boluda (directora del documental) hacía su particular cruzada contra la intolerancia. Para ello no dudó ni un momento en plantar cara a aquellos que abrirían un cárcamo en el mismo infierno para meternos a todos dentro.
Llega hasta nosotros un documental fresco, ágil, ameno y reivindicativo. En él se retratan (como hilo conductor) las escenas cotidianas de nuestras famílias. La historia se sitúa allí donde viven niños con dos papás o dos mamás.
Aunque la asistencia fue masiva (se decidió doblar la emisión) les integraré en esta vivencia para convertirles en asistentes al evento.

Valencia. Sábado, 24 de enero de 2009.
Presentación del documental Homo Baby Boom por parte de la presidencia de GALESH.
Emisión del documental de 27 minutos.

Imágenes y narraciones emotivas que nos trasladan a la realidad de muchas parejas homosexuales en su lucha permanente para conseguir una auténtica inclusión social.
Niños felices que tocan nuestra fibra sensible al sonreír a la cámara. Papás y mamás satisfechos (aunque lloren en el alma, como decía la letra de aquella canción) mientras nos hacen partícipes de su alegría, de su motivo para vivir.
Desfile de miedos en la pasarela de la sociedad. Torpezas y dificultades que se subsanan sobre la marcha mediante el ensayo-error de los conductistas.
Se abren los toriles y aparece en el ruedo el enemigo de pelo pardo con cuernos puntiagudos: el rechazo y la discriminación de la que pueden ser objeto nuestros hijos. Y los primeros capeos. Los primeros pases de muleta. El espectáculo de la transigencia y la paciencia como himno de la fiesta nacional.
Una psicóloga, autoridad en esto de las familas que no son las del tristemente famoso Foro, cuenta a la cámara el por qué de la solidez de estos grupos humanos y sus fuertes lazos: "estos padres se lo han pensado mucho antes de dar el paso. No son padres por casualidad. Le han dado muchas vueltas a su deseo".
Los hijos de nuestros amigos (convertidos en modelos por media hora) siguen haciendo guiños a la cámara. Unos, dando sus primeros pasos sostenidos por dos recias manos masculinas convertidas en delicadas como el más fino coral para la ocasión. Otros, mostrando sus buenas formas a la mesa en mitad de un domingo festivo en el que una cámara llamada Respeto se ha colado en su salón.
Un adolescente da la cara por sus padres, aunque la tenga llena de granos por su explosión hormonal. Mira con ojos limpios y su boca es verso de evangelio hecho carne: "si alguien se mete conmigo, yo ya sé que decirles".
Siguiente desfile por la pasarela social: prejuicios temporada 2008-2009:
-torpeza supuesta de las parejas de hombres para criar a un hijo
-temor por la sexualidad futura (posible homosexualidad) de los menores
-papel aparentemente indispensable de los dos roles sexuales en toda crianza
Tenemos suerte de que la psicóloga de guardia está despejada. Ha dormido y estudiado lo suficiente para desterrar fantasmas. Nuestra cazafantasmas se llama María del Mar González. Ya es conocida en esta causa.
Acaba el documental. Aplauso rotundo.
Conocemos a Anna entre bambalinas. Sonrisas y llantos en nuestro cruce de impresiones.
Emisión del segundo pase. Lleno absoluto. Sonoro aplauso final.
Mesa redonda.
Se critican las políticas del gobierno regional. Se ensalza la figura de Zapatero. Se caricaturizan (como autodefensa) las malas intenciones de la oposición de Rajoy.
Al salir, mi marido y yo reconocemos a otros protagonistas de otros documentales que reclaman nuestros derechos, que también asisten al acto. Una madre coraje nos abraza y nos da besos para agradecernos el ejemplo de ser pareja por más de diez años.
La ciudad calla cuando salimos a su encuentro. Tantos ejemplos de dignidad nos consuelan y animan a seguir sus pasos. Nuestros amigos de GALESH nos han permitido gozar de las sonrisas de sus hijos e hijas.
Los ojos de estos niños se clavan en nuestras conciencias reclamando amor sin condiciones.
Sus brazos abiertos nos llaman. Nos cuesta llegar hasta ellos. El tránsito no es fácil.

Gracias a Anna Boluda por esta inestimable aportación.
Gracias a GALESH por ser generosos y abrirnos a su intimidad.
Les esperamos a ustedes, sí, a ustedes heterosexuales que se incorporan a esta lucha por sus futuros hijos, hermanos, primos, nietos, sobrinos...
Porque los derechos conquistados están haciendo que el nuestro sea, cada día, un país más justo y más envidiado en el mundo.
Gracias.

miércoles, 21 de enero de 2009

El día después de una noche de fiesta

Hoy comienza la Era de las Desilusiones. Alguien ha escrito en las últimas horas que Obama, nuevo Presidente de los EUA, es un hombre, no Superman.
Después de que los politólogos se echaran sobre las pistas dejadas en el camino durante el discurso de ayer, ya tenemos algunos datos reales y objetivos para ser analizados.
Obama ha mandado suspender los juicios de Guantánamo durante cuatro meses. También ha dado la orden de analizar con lupa cualquiera de las últimas consignas dadas por su antecesor. Luego, entre misa y misa, se reunirá con varios de sus amigos de siempre (invitados a pernoctar en la Casa Blanca hoy) y despachará con sus asesores económicos para tomar medidas paliativas contra la crisis lo antes posible.
Ayer fue un día orgásmico. Las televisiones de todo el mundo (menos la china cuando el nuevo Presidente hablaba de comunismo) fueron nuestros sentidos en el punto candente de la noticia convertida en fiesta mundial. Las radios celebraban con sus contertulios la llegada al poder de un nuevo aire fresco a la madre de las superpotencias. Intertet hervía en comentarios a través de foros y webs diversas que se sumaban a la jarana de la democracia remozada.
Pero hoy, después del amanecer en el viejo continente, ya hay algunos indicios de por dónde transitará nuestro Presidente y padre de las ilusiones del nuevo siglo.
Nunca los gestos y la puesta en escena se deben infravalorar. Nuestros comportamientos hablan de nosotros allí donde quiera que nos encontremos y el protocolo americano no se permite ni un ápice de equivocación en sus puestas de largo. Retiradas las alfombras rojas, los vestidos de largo tornasolados de diseñadores afamados y forrados y focos y guirnaldas varias, queda el puro análisis de los hechos.
Obama recuperó la Biblia añeja de Washington para su juramento del cargo cuando podía haber prescindido de esa simbología. Se acompañó de un pastor evangélico, Rick Warren, bien conocido por su postura contraria a los matrimonios homosexuales. Para decir toda la verdad, también invitó a la ceremonia al obispo episcopaliano Gene Robinson, declarado abiertamente homosexual.
Abandonó su elegante limusina para estar más cerca de un público mitómano. Pronunció un discurso de un treintañero (dicen que en esta ocasión era más de su cosecha) y sonrió mientras enviaba mensajes ambiguos a unos cuantos países del orbe.
Muchos dicen a estas horas que hay que concederle al Presidente superhéroe por lo menos cuatro años para remendar agujeros. Luego, el sastre empezará a soñar el patrón del nuevo vestido.
Yo formo parte de los críticos aguafiestas dispuestos a empañar tanto lustre prefabricado. Creo que vienen vientos a favor para muchos cambios y, eso, ya es un gran avance. Ahora bien... ¿cómo voy a tener mis esperanzas de renovación puestas en un hombre que llega a su puesto de trabajo después de haber asistido a más de diez fiestas durante toda la noche?
Hay que estar muy despejado para gobernar el mundo. No digamos para gobernarse a sí mismo.
Hasta mañana poderes de ayer y de hoy. Hasta mañana reformadores de los clásicos poderes corrompidos. Hasta mañana poderes en decadencia. Hasta mañana J.

martes, 20 de enero de 2009

Destierro lunar en Washington

Nosotros no asistiremos a ninguna de las numerosísimas fiestas VIP a las que acudirá la familia Obama en las próximas horas. No obstante también estamos de fiesta. Muy cerca del evento a través de CNN+, Cuatro, la cadena SER y RNE. Sólo de esta forma podíamos garantizarnos una primera fila en el evento del año. Dentro de muy pocos minutos, BARACK HUSSEIN OBAMA pasará a la historia de las ilusiones de los hombres y mujeres de bien como el cuadragésimo cuarto Presidente de los EUA.

Destierro lunar estará en la noticia y la vivirá con ustedes.

Hasta dentro de unas horas.

lunes, 19 de enero de 2009

El mejor discurso de Obama

La recesión en España será peor que en otros países de la zona euro. A estas horas eso ya es un secreto a voces. La pasada semana el Gobierno tuvo que hacer un ejercicio de realismo-pesimismo ante la situación actual de nuestra economía. Hace unas horas se han publicado en El País algunas pinceladas de Pedro Solbes sobre nuestra realidad y en ellas parece dibujarse un panorama sombrío al borde de un agujero negro. Esta mañana el Presidente del Gobierno a preguntas de Carles Francino en la SER respondía que se haría todo lo posible porque no lleguemos a los cuatro millones de parados. Pero eso ya es un imposible. Se trata de la crónica de una muerte anunciada desde no hace pocos años. Lo hemos dicho aquí tantas veces que hasta el teclado lo escribe solo: algunos anunciaron las turbulencias (preferimos a Niño Becerra, Marc Vidal o Juan Torres López entre otros) y llegadas éstas, las gravísimas dificultades que vendrían después. Que no se siga diciendo que nadie lo advirtió.
Solbes ha admitido que ya poco o muy poco le queda por hacer. El enfermo ha recibido ya todas las medidas paliativas a disposición del doctor y, lo que es aún peor, no reacciona ni lo más mínimo, como afirmaba Gabilondo en un editorial de la pasada semana en Noticias Cuatro.
La Comisión Europea también se ha pronunciado esta mañana para aclarar más nuestro particular caso. España lo va a pasar peor que otros países, su recuperación será más lenta y, además, la crisis durará más de lo que prevé el Gobierno y otros organismos e instituciones. Vamos a ser claros. En período breve de tiempo, uno de cada cinco españoles en edad de trabajar estará en paro.
Mientras en alguna ciudad de nuestro territorio ya desfilaron ayer algunas pancartas advirtiendo de una inminente macro-huelga, Obama se prepara para ocupar su cargo de Presidente de la Primera Nación del Mundo.
Su fama de orador es ya casi tan popular como su sonrisa pero este fin de semana dijo algo en uno de sus discursos en lo que merece la pena detenernos: va a defraudar necesariamente a muchas personas porque en sus manos no está la posiblidad completa de cambiar el mundo.
Nos pasó cuando agonizaba Carol Wojtyla o cuando Aznar se retiró a los aposentos de la FAES, por poner sólo un par de ejemplos recientes. Creímos que tan malo había sido el anterior período que ya sólo cabía ir en la dirección de mejorar. Pero la historia nos demuestra que esto es complentamente incierto. Obama es inteligente, habla bien y es guapo pero no es la panacea ni tampoco se lo permitirán. Los grupos de presión a los que se debe para permanecer vivito y coleando rasgarán sus deseos a la primera de cambio y él lo sabe bien. Lo que le fastidia es que después le hieran su ego con críticas demoledoras que también harán historia. Ante todo él es un ser humano con su orgullo y su amor propio como cualquiera de nosotros. Por eso lo ha querido dejar claro antes de que empiece la película. Quizá éste sea un largometraje sin final feliz. O no tan feliz como el esperado. El que avisa no es traidor.
Sumido hoy en medio de la desesperación por los datos catastróficos que se han conocido, nuestro Presidente le dice a los españoles con Francino de testigo que Obama no podrá con todo y que España estará para ayudarle. Todos deseamos que sin tener que subir para ello las piernas a la mesa de un despacho de la Casa Blanca y hablar con acento tejano.
Hasta mañana obamistas de derechas y de izquierdas. Hasta mañana progresistas desencantados de Obama. Hasta mañana festejadores de múltiples eventos. Hasta mañana J.

jueves, 15 de enero de 2009

Madre de los enfermos terminales

Agradezco mucho el hecho de que existan programas de radio como "Afectos en la noche". Descubrí este espacio en medio de la ondas casi por casualidad, debido a mis trastornos de sueño justo antes de una intervención quirúrgica. Los "afectos" se emiten por RNE y su presentadora es Silvia Tarragona. Les invito a que escuchen esa voz y me digan si, alguna vez, se habían encontrado con algo tan sensual para sus oídos.
Pero no escribo sobre un programa de radio sólo por el tono melódico de su presentadora. Los contenidos de este espacio me han cautivado. La pasada noche se trató el tema de la muerte.
Como muchos ya saben acabo de enterrar a mi abuela, para mí una madre. Pero mi interés sobre la muerte me viene de adolescente. De joven quedé fascinado por la lectura de "Vida después de la vida" del afamado psiquiatra Raymond Moody. Allí se recogían sus conocimientos y observaciones sobre las experiencias cercanas a la muerte de sus pacientes.
Se tachó al doctor Moody de embustero y la ciencia ortodoxa le aborreció. Tanto se le presionó que acabó retractándose sobre lo escrito de la superviviencia de la mente (o alma) al morir.
Han pasado muchos años desde aquello. El tema vuelve con fuerza a los medios pero ahora, una élite científica, parece ser la interesada en estudiar en primera línea todo cuanto esconde este enigma.
Psiquiatras de reconocido prestigio, psicólogos, geriatras, oncólogos y otros perfiles profesionales se sumaron hace pocas semanas a la celebración del Primer Congreso Internacional sobre experiencias cercanas a la muerte.
Afectos en la noche no trató el tema desde este ángulo expresamente. A mí me descubrió la figura de Elisabeth Kübler-Ross, la madre de los enfermos terminales.
Esta doctora de origen suizo entregó su vida a asistir a los moribundos de media Europa. Trabajó altruístamente con enfermos de SIDA y niños deshauciados de la medicina.
Pronto se percató de que había vida después de la muerte. Quizá nunca lo había dudado pero le faltaba la confirmación que le vino de la experiencia de su propia labor humanitaria.
Según esta doctora todos tendremos que responder algún día a esta pregunta: ¿qué has hecho tú por los demás?
Gracias a Silvia Tarragona y su equipo se me abre una nueva línea de investigación sobre tanatología. Un nuevo testimonio de vida para meditar y comunicar a mi alrededor. Es momento de recogerme en sus obras y escudriñar su mensaje.
Algún día espero compartir con ustedes mis aprendizajes de la madre de los enfermos terminales. Para ser justos he decidido que partamos del mismo punto. Les presento a la protagonista de mis próximas lecturas y reflexiones. De entrada quédense con la pregunta inicial que me mueve a seguir su pista: ¿qué han hecho en sus vidas por los demás?
Impedida, postrada en una cama durante sus últimos años, la doctora no podía entender por qué su agonía duraba tanto. Un día recibió la respuesta de un Dios que habla por medio de cualquiera de sus criaturas: "Tanto has dado tú por los demás que no podías partir sin aprender a recibir tú también. Esto necesitabas aprenderlo antes de morir".
"En la vida sólo podemos elegir transitar por una de estas dos vías: la del amor o la del miedo."
Elisabeth Kübler-Ross. 1926-2004. Madre de los enfermos terminales.

Hasta mañana programas que dan vida y quitan sueño. Hasta mañana radio de mis ansias y anhelos. Hasta mañana buscadores de nuevas formas de fe. Hasta mañana J.

martes, 13 de enero de 2009

Deja de preocuparte y goza de la vida

Hace mucho, mucho tiempo me introduje en la literatura de autoayuda por motivos que no vienen al caso. Uno de los primeros libros que leí era ya por aquel entonces todo un clásico en el género y me fue recomendado por un familiar que aseguraba que le había cambiado la vida. Claro, nunca me especificó si para mejor o para peor. El autor de la obra era un tal Dale Carnegie, precursor de todo lo que habría de venir después para que la especie humana ganara en calidad de vida (dejar de fumar, tener amigos, saber comunicarse, conseguir trabajo digno...) sin sentir a cada momento que pierde la chaveta en el intento. Otro día contaré el engañabobos que hay detrás del sucio negocio de la llamada literatura de autoayuda y los turbios intereses que descubrí detrás de él al hacer algunas indagaciones.
El caso es que el gurú este del Carnegie llegó a mis manos siendo yo un adolescente a modo de panfleto titulado: "Cómo suprimir las preocupaciones y disfrutar de la vida". Hasta aquí todo bastante lógico si tenemos en cuenta que el título del libro se adaptaba a su público objeto como guante de látex a mano de ladrón. Lo que sucede es que estos días estoy leyendo en la prensa la historia para no dormir de unos autobuses que recorren las ciudades pregonando la fe católica y otros el ateísmo y eso ha reavivado mis recuerdos de aquellos primeros pasos caminando sobre ascuas pseudopsicológicas. El lema de los autobuses que han empezado a recorrer las calles de Barcelona es bien parecido al título Carnegieniano: "Probablemente Dios no existe. Deja de preocuparte y goza de la vida". Si esto no es un plagio en toda regla que venga Dios (perdón por la redundancia) y lo vea.
La segunda frase facilona encierra en sí misma la imposibilidad del próposito que enuncia. Nadie o casi nadie sobre la faz del planeta es capaz de dejar de preocuparse por mucho tiempo. De lo cual se deriva que nadie o casi nadie en este planeta es capaz de disfrutar por grandes períodos de tiempo del espectáculo de la vida. De aquí que hablemos de la siguiente ley universal: mente y pensamientos preocupantes son un binomio completamente inseparable. Parece que ambos se necesitan mutuamente para sobrevivir y dar sentido a esa existencia. Para ayudarnos a serenar los pensamientos y, de vez en cuando el sueño que nos quitan los peores, aparecieron las religiones y las psicologías. Las primeras han fracasado rotundamente en ese propósito derivando en sectas lucrativas las más de las veces. Las segundas, las psicologías, aún están en mantillas. Desde papá Freud sólo han pasado unos segundos en el reloj del pensamiento y, aunque creemos haber superado sus fórmulas, no sabemos ni tan siquiera cómo plantear nuevos enunciados.
Creo que la guerra de los autobuses es una tontería. No conozco a nadie de mi entorno al que un lema de un autobús le vaya a cambiar un ápice su postura ante la vida o la muerte. Ninguno de mis amigos ha bebido del libro de las respuestas en la carrocería de un autobús pero muchos lo han hecho sentados en una de sus incómodas plazas aguantando un libro entre sus manos y el traqueteo entre frenazos y arrancones bruscos.
Yo preferiría una campaña de publicidad en los autobuses de mi ciudad en la que se nos invitara a leer. Leer y digerir lo leído. Recuerdo haber visto esos anuncios en algunas ocasiones en mi línea habitual de autobuses. O sea, que todo va bien. Si tenemos a alguien al otro lado que vela por nuestras horas de lectura ¿a quién le importa si Dios existe? Lo importante es que el Estado esté preparado para abrir el paraguas ante un chaparrón. Me preocupa mucho más qué lee el Estado y los que nos rigen. De ellos dependen nuestros destinos en gran parte y nuestras vidas penden del hilo de sus ideas para gobernar. Mi psicólogo dice que todo no lo podemos controlar. Se me olvidaba. No sé si tendrá mucho que ver mis primeros pasos en el conocimiento de la mente de la mano de Carnegie o Louise L. Hay pero hace ya tiempo me pasé al psicólogo de barrio con menos glamour y abandoné la línea autodidacta y de la autoayuda. También ahí buscaba controlarlo todo. Ahora prefiero que otro tenga la responsabilidad de equivocarse o de acertar. Se trata de aprender a delegar.
¡Os dejo que pierdo el autobús!
Hasta mañana compañeros anónimos de viaje por la ciudad. Hasta mañana amigos y enemigos de un Dios que no os necesita. Hasta mañana J.

martes, 6 de enero de 2009

Pasan las personas y el vivir duele

Pasan las personas otrora alegres y danzantes ahora maltrechas y apesadumbradas. El reloj está programado desde aquella primera mañana del mundo. Los pájaros saben cantar, las estrellas brillar y los hombres no saben si elegir sufrir o disfrutar. Mas el reloj es juez y siempre dicta sentencia: soledad en el acompañamiento.
Pasan las personas y las cosas pero algo queda. Aunque sólo sea la experiencia convertida en el maná del que se alimenta el mounstruo de la melancolía.


Hoy, a la media noche, volvimos a casa.
Feliz Noche de Reyes.