lunes, 22 de diciembre de 2008

Dieta mediterranea en la Gran Manzana

Estas letras las escribo desde un apartamento situado en el centro del mundo. La navidad ha llegado un ano mas aqui. Se me hace extrano compartir atardecer y cena con amigos y el propio menu de la cena. Huevo revuelto a la sarten con acompanamiento de verduras. Sofrito de cebolla (previamente cortada por mi con cuchillo americano del teletienda) y guisantes de bote. Toda una sorpresa a tan solo unos metros del Flatiron.
La noche seguira con su pimienta y nosotros pondremos la sal. Del resto ya se ocupa Nueva York. Hasta pronto desde la Gran Manzana. Cena mediterranea no apta para teclados americanos.
Hasta pronto J. Felices fiestas.

viernes, 19 de diciembre de 2008

Ángela levanta el vuelo

Ha muerto mi abuela o esa otra madre que me vio crecer. Nos despedimos ayer y me dedicó una sonrisa pícara desde sus ojos siempre alerta. Muere una sabia y hermosa criatura de tan fino paño confeccionada su alma que mirarla dolía.
Él vuelve a cortejarla en medio de los trigales secos como aquel primer verano rebosando ingeniudad e inocencia. Retozan ya juntos sobre un manto de flores seleccionadas por ángeles. Acaba su cautiverio al salir el sol. Escucha un murmullo de júbilo en medio de su confusión. Celebran con cítaras su esperada llegada. Viene cansada de caminar por adoquines de piedra y llanto. Ahora se siente liviana, otra vez joven y presta a enamorar de nuevo a aquel que espera. Se gira y nos ve. Nunca estuvo lejos de comprenderlo todo.
Nos guarda en su esencia esparcida ahora por la eternidad del universo. Nos acaricia y limpia nuestro llanto. Entregó su vida a enjugar el rostro del dolor y hoy, la música y perfumes la aguardan en este su primer banquete.
Volverá a regar su puerta al canto del grillo, ataviada de negro delantal de cuadros y chaqueta oscura de lana. Volverá a pasar el paño por nuevas almas empolvadas. Tomará el fresco en la fachada de su casa, al caer de una ventana anónima y cronista de una vida santa. Dormiré la siesta con ella, oliendo a madre y pureza. Me reiré de su nariz y ella esperará siempre mi verano para compartir juntos nuevos aires frescos.
No ha muerto mi abuela. Sólo duerme en su cama conmigo la siesta.
Mañana amasaremos juntos otras levaduras y en otras casas.
-Abuela, ¿me quieres?
-Sí, mucho, y a él también, como si fuera mi hijo.
-Nunca te canses de decírmelo, que lo necesito.

miércoles, 17 de diciembre de 2008

Ir y venir por la mente

Desde que lo escuché por vez primera de labios de una de esas mujeres maduras que rebosan vida e inteligencia, me apropié del dicho popular: el sentido común es el menos común de todos los sentidos. El mal funcionamiento de esta brújula interna o medidor de la realidad circundante provoca consecuencias nefastas en la persona aquejada de tal mal: brotes de infelicidad, desorientación vital, desconfianza paranoica, angustia crónica, malos pensamientos reiterativos, agresividad con el de al lado y, el peor de todos los síntomas, miedo ante la vida.
No se conoce muy bien el momento ni las circunstancias precisas en las cuales se echa a perder este preciosísimo atributo de que nos dota la madre naturaleza. Un día, contaminado ya por el virus más extendido sobre la faz de la Tierra, el miedo y la inseguridad anida en el alma humana y todo se va al traste. El virus es tan letal que, personas de gran renombre y consideración antaño en sus campos de estudio y trabajo, quedan invalidados a merced del medio, como granos de paja llevados por el viento, convirtiéndose en imbéciles que no dan una. Donde había genialidad y frescura habita ahora la mediocridad y el miedo, siempre el miedo, aunque a menudo camuflado de otras formas dulcificadas en apariencia.
Dicen los entendidos que la razón perdida vuelve a su cauce razonando como el motor vuelve a hacer girar las ruedas al engrasarlo.
A dirario encuentro decenas de personas que hace tiempo perdieron su capacidad de pensar con sentido común. Desde el panadero de la esquina al médico de cabecera, pasando por el presentador de las noticias o el articulista del periódico: este mal no respeta clases sociales, culturas, razas ni sexos. Suele ser síntoma inequívoco del trastorno una mirada perdida y triste, una tez pálida que anuncia el miedo y una voz pobre y corta que reclama oxígeno entre palabras.
Yo mismo he perdido no pocas veces el sentido común. Muchas de ellas dejándome arrastrar por la seducción venenosa de otras palabras a la deriva. Cada día tengo infinitas oportunidades de perderme en la locura de mis propios versos maltrechos. Regresarán mañana apenas despierte y me reconocerán débil cuando esté consciente. Traerán con ellos la maldición de un nuevo infierno ya viejo. Luego vuelvo al cauce saludable cuando alguien desde fuera grita fuerte: ¡J, te pierdo!, ¡vuelve!, ¡te necesito! Cae entonces la máscara. Salta el brillo a las mejillas. La sangre se torna roja y pierde el azulado vampiresco de la muerte. El placer preña de nuevo a la vida y ambos yacen juntos al caer la noche. Vuelve a resonar en mis adentros la melodía alegre que recuerda que salimos del invierno y ya viene una nueva primavera. ¡Lástima de tantos hombres, muejeres y niños que no la verán! Están vivos mas sus ojos secos y empañados por la niebla les impiden ver la luz de ahí fuera.


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Y sólo quedan dos días para volver a Nueva York.

lunes, 15 de diciembre de 2008

La avaricia rompe el saco... de los torpes

La sociedad valenciana en su conjunto está hoy de celebración. Ha caído la torpeza de nuestra clase política. Se ha derrotado la soberbia de los que, con el respaldo de los votos del pueblo en las urnas, creen poder hacer lo que les venga en gana cuando acarician el poder. Pero la mata de pelo suave y algodonada de esa criatura llamada poder, por la que pasan la mano nuestros representantes de las instituciones, se torna a veces áspera y espinosa. Entonces, la mano acostumbrada de tiempo al terciopelo sufre la tortura de las nuevas y punzantes cerdas que son la voz alzada en forma de protesta. Siempre se repite la misma historia. Es como si el poder tuviera vida propia. Es como una criatura en adopción a la que según se alimente devuelve risas o llantos, placer o dolor extremo a sus criadores.
Por fin, la Generalitat de Francisco Camps, ha reculado en su locura de impartir Educación para la Ciudadanía en inglés. Desde el comienzo de curso se han venido gestando, cada vez con más fuerza, argumentos y posiciones contrarias a estas directrices del Gobierno valenciano. Hoy la risa se le ha borrado de la boca, en asunto tan delicado como este, al PP de Camps. Con la comunidad educativa plantando cara desde el principio (en forma de Plataforma por la Enseñanza Pública) a nuestros representantes amantísimos de poder y fama les ha salido carísima la jugada. Ellos mismos han reconocido, con algunas ayudas indispensables en el camino, la imposibilidad de extender el inglés a través de esta materia por la falta de profesores especialistas y el bajo nivel de comprensión de Secundaria. Con la huelga inminente de este miércoles en el sector, los encierros en institutos y protestas multitudinarias en la calle de las pasadas semanas, el tan ninguneado pueblo que colocó en silla de piel a los que ahora dirigen el cotarro, se ha salido con la suya. En la sala de máquinas del PP valenciano se tiran de los pelos. No era posible, aunque alguien les sedujo con la idea contraria, apalear a Zapatero una vez más con el pretexto de una asignatura que defiende TODOS los modelos de familia. El pueblo no lo compró y no consintió el capricho y la excentricidad de los guionistas de "Acabar con la Moncloa Roja" parte tres. Quizá será que el pueblo tiene memoria. Puede ser que los hombres y mujeres que han unido sus voces estos meses recuerden que la primera entrega de la trilogía de la factoría pepera versó sobre terrorismo, la segunda sobre el rompimiento de España y la tercera trató del llamamiento a la rebelión en respuesta al intento de otro gobierno de educarnos en valores. ¡Lástima que este estreno nunca lo veamos en cartelera! Ahora que el título se ha desterrado y los ideólogos del guión serán castigados a las mazmorras del olvido, veremos cómo se apuntan de nuevo a culpar al Ejecutivo de la crisis económica. Porque en esto también ha hecho mucho daño Zapatero. Tanto que, con fórmulas como las que él defiende, intenta sobreponerse el mundo de los zarpazos de la avaricia descontrolada de los neocons. Ya me lo decía mi abuela dándome una de sus clases magistrales de vida: la avaricia rompe el saco. Claro que, rectificar es de sabios. Nuestros alumnos no parece que estén iluminados por el atributo de la sabiduría pero ahora parecen estar más cerca de aprender a respetar a todo el mundo por igual.
Hasta mañana Gobierno sabio a la fuerza. Hasta mañana comodona oposición valenciana. Hasta mañana J.

martes, 9 de diciembre de 2008

A tan sólo trescientos euros de distancia

El país del yogur y de la democracia, ese mismo al que siempre miran los homosexuales idílicamente para explicar cómo sus antepasados consiguieron días de perfecta conviviencia y tolerancia entre toda condición sexual, se halla sumido en una de las mayores crisis de sus últimos años de historia.
Miles de manifestantes han tomado las calles armados con adoquines, bates y cócteles Molotov en muestra de su monumental enfado debido a diferentes causas. La crisis económica mundial ha sido la enésima puñalada que recibe a estas horas una sociedad rota y defraudada por la clase política. Pero el embrión de la desgracia comenzó a gestarse hace unos años, en el momento en que Grecia se sube al carro del euro. La vida se encarece tanto y los sueldos se petrifican del tal modo que la tensión social va en aumento. Desciende de manera notable el consumo y cae en picado la capacidad adquisitiva de las clases medias. Para entenderlo mejor, hoy se habla en Grecia de toda una generación ahogada sin posibilidad alguna fuera de la mera supervivencia: la generación de los setecientos euros. Muchos de esos vándalos que queman escaparates de tiendas, coches y contenedores estos días son muchachos jóvenes sin trabajo. El paro en Grecia llega a alcanzar unos niveles tan alarmantes como merecedores del primer puesto en el ranking europeo.
Luego tenemos lo de los políticos, esa especie aparte que parasita (en ocasiones) viviendo de la ciudadanía pero de espaldas a ella. Y eso es precisamente lo que ha pasado en Grecia. El descontento es tanto y tan profundo que ha bastado un sólo grito de guerra para que la manada se una sin dilación presta a tomar la calle y asumir el control ahora a la deriva. Las bases de la educación también pincharon hace años. Los jóvenes que se expresan vienen sin encontrar su sitio en las aulas desde hace ya un tiempo. Su lenguaje no puede ser otro que el del empujón y el grito, por cierto el mismo con el que han sido tratados ellos.
El Gobierno de derechas se defiende. No da muchas explicaciones y las que da no convencen de la ubicación exacta de los dineros inyectados para resucitar al muerto bancario. Las pensiones de los que tiraron del país a sus espaldas están en grave peligro y mañana Grecia amanece en Huelga General.
Regresemos a casa por un momento. La educación aquí es uno de los fracasos rotundos de nuestro período democrático. La clase media española resiste mal, muy mal los envites de la crisis mundial. Se suma el drama derivado del paletismo ladrillil recién explotado. Una juventud desilusionada y que abandona prematuramente su formación para llevarse a los bolsillos mil miserables euros al mes y una fauna política en busca de mejor calificativo. Mi madre, pesimista ella por naturaleza, dice que a esto le ve muy mala cara. España está en la ruina dice ella con su gramática parda. Mañana le contaré que hoy me he enterado de que estamos justo a trescientos euros de distancia de la ruina. ¡Qué miedo, sólo trescientos euros nos separan del caos! Mi madre meneará la cabeza y, en breve, se saldrá con la suya. Nuestro orden social ahora sabemos que tiene un valor de trescientos euros. Es el precio que se ha puesto a la nueva savia que había de regenerar Europa. Hasta aquí nuestra última clase de economía aplicada. Próximamente más.
Hasta mañana hermanos de la pobreza. Hasta mañana gobiernos en evidencia. Hasta mañana país en aparente calma. Hasta mañana J.

viernes, 5 de diciembre de 2008

Los renglones torcidos de Dios en el catecismo

Por más que leo y releo la noticia no logro comprenderla. No llego a entender las auténticas razones de la Iglesia para oponerse a la propuesta que Francia llevará en breve ante la ONU para la despenalización universal de la homosexualidad. Analicen conmigo, si gustan, los argumentos del arzobispo Celestino Migliore en calidad de representante de la Santa Sede ante las Naciones Unidas.
Primero. "Una declaración política de ese tipo crearía nuevas e implacables discriminaciones."
Imagino que lo que pretende el Vaticano al ir en esta dirección es que no se discrimine a los heterosexuales. Si los homosexuales no fuésemos ya objeto de todo tipo de injurias, discriminación y diana de mil dardos envenenados, entonces cabría la posibilidad de que los heterosexuales pasasen a ser el grupo demodé o puesto en tela de juicio. ¿Se creen este absurdo? El mundo y la sociedad nunca cambiarán el orden natural de las cosas en el cual los sujetos homosexuales cabemos como minoría seleccionada por la naturaleza en muchas y muy diversas especies. Dar un giro radical a los acontecimientos y a la historia no es una pretensión del colectivo homosexual y nunca lo ha sido. Sólo se pretende devolver la dignidad a un colectivo maltratado históricamente. A parte de disparatado, este argumento rebosa veneno para confundir al personal.
Segundo. "Pondría en la picota a los países que no consideran matrimonio las uniones homosexuales." Y eso ¿qué tiene de malo? Ya va siendo hora de que se aplique una igualdad absoluta en todos los aspectos. El matrimonio debe dejar de ser patrimonio exclusivo de los heterosexuales. Ninguna iglesia se puede adueñar de nombres ni etimologías. Hasta la fecha la manera más rotunda de definir una unión duradera y fiel entre dos personas es ésa. Los homosexuales, iguales en dignidad, exigimos igualdad en los nombres. En todo caso es discriminatorio lo contrario. Establecer categorías diferentes siempre acaba creando relaciones de subordinación y comparativas penosas. Lo repitió hasta la saciedad nuestro Gobierno, se trata de ampliar derechos no de limitarlos a nadie.
Tercero. "Si se aprobara, esos países serían presionados." Pero ¿qué importa a la Iglesia que miles de homosexuales en todo el mundo sean despellejados en las plazas públicas de pueblos y ciudades? Lo prioritario es que los Estados no sean "presionados" para que aprueben leyes y normas justas de convivencia. Esto se califica por sí mismo. Antología del disparate en estado puro.
Cuarto. "La declaración pedirá a los Estados y a los organismos internacionales de control de los derechos humanos que añadan nuevas categorías (de personas) protegidas..."
No. Permítanme aclarar este apartado. Lo que se solicita no es la creación de nuevas categorías de personas. Se exige que se respete la orientación sexual de TODAS las personas. No hace falta crear una nueva categoría, como sucede con el conflicto del término matrimonio. Tampoco en este apartado se trata de seleccionar o apartar; es más sencillo. Todos somos seres humanos con una sexualidad diferente. Los Estados nunca volverán a promover discriminación o injusticia contra los individuos con una u otra tendencia. Los Estados pasan a ser garantes del bienestar de los ciudadanos, sin exclusión alguna. Ése es nuestro sueño.
Sabemos que en noventa y un países del mundo se establecen multas, toruras o ejecuciones contra los homosexuales.
La posición formal de la Iglesia Católica en este aspecto también es de sobra conocida. El mismo representante ante la ONU volvió a parafrasear el catecismo de nuevo: "la Iglesia es partidaria, desde hace mucho tiempo, de evitar toda marca de injusta discriminación contra las personas homosexuales."
Indignante. Increíble. Incalificable. La visita de la cúpula de la Iglesia a su psiquiatra de cabecera (siempre por producirse) acabaría de un plumazo con este galimatías de mal gusto: doble personalidad. Sostener una cosa y la contraria a la vez, en el mismo renglón, responde a un patrón de múltiples personalidades en el emisor. Para el receptor se prescriben dosis inconmensurables de panciencia como las del santo Job y algún antiácido para no perder el estómago en el camino.
La bandera anti gay que empuña el Vaticano en pleno siglo XXI nos hace reflexionar sobre la salud mental de los representantes de Dios en la Tierra. Algún día muchos lo pasarán mal cuando se enfrenten a la ITV de sus conciencias. Bueno, no tan mal. Siempre se puede alegar el atenuante de locura transitoria, aunque ésta ya dure algunos siglos.
Hasta el lunes colectivo vilipendiado. Hasta el lunes renglones torcidos de Dios. Hasta el lunes vilipendiado J.

miércoles, 3 de diciembre de 2008

España de pobreza y luto y mi amigo Antonio

Me gusta compartir conversación con personas mayores y no tan mayores. En las explicaciones que dan de lo vivido se entremezcla la historia pasada, emociones y vivencias personales. El fin de semana pasado visité la casa de una amiga y conocí a sus padres. La madre, valenciana, es una luchadora nata que no entiende la vida sin el trabajo. El padre, un emigrante andaluz que probó con la capital del reino y, tras resistírsele, se decidió por un pequeño pueblo de los alrededores de Valencia para echar raíces. Pongamos que el padre de mi amiga se llama Antonio. Antonio nos contó lo dura que había sido simpre la vida para él y su esposa. Cómo había sobrevivido al hambre de hace sesenta años, luego a las penurias de la dictadura y demás plagas que vio azotar este país. Lo ingranto que puede resultar el ejercicio de vivir y mantenerse en pie. Y la agonía de parecer no tocar fin nunca en la desgracia, en la enfermedad, en el frío y la pobreza. Hoy se sentía orgulloso. Padre de tres hijos y propietario de una vivienda en aquel pueblo anónimo, "tirar de rodillo" le ha permitido hacerse así mismo y pagar para vivir. Una de sus hijas, mi amiga, incluso pisó la universidad en la capital, se graduó (como dicen en EEUU) y en el pueblo se la admira.
Éste es todo el patrimonio de Antonio a sus algo más de sesenta años. Dice que posee poco pero que no debe nada.
Me quedo fíjamente observando las manos curtidas de aquel hombre nervioso y hablador. Repite incesantemente que ha pasado mucha hambre, que hubo muchas veces en que no tenía nada que llevarse a la boca. Pienso si ya nos hemos alejado lo suficiente de aquel nubarrón de tripas vacías y caras largas. Respondiendo a mi pregunta de si volveremos a ese escenario, niega esa posibilidad. Cree en el sistema. Se aferra al Estado como si fuera una tabla de madera en medio de un naufragio. Sus propios miedos aún vivos aturden su alma ante la mínima posibilidad de la vuelta atrás.
Antonio duerme bien. Ha trabajado duro para tener unos cuantos ahorros. Ha dado formación a sus hijos y ha pagado una casa humilde en un pequeño pueblo. No sabe mucho de grandes marcas de coches aunque de tonto no tiene un pelo. No le quita el sueño el inquilino de su segunda vivienda porque nunca la tuvo. No siente la corbata apretar su cuello porque su campechanía le hace lucir la moda de la sencillez. Ahí debió quedarse todo, en esa sencillez. Pero muchos quisieron más y más y la ambición desmedida condujo a la ruina. La misma ruina que acompañó a la historia de España durante siglos. La misma pobreza que hoy lleva a los españoles en busca de trabajo a Rumanía.
No estamos tan lejos, sigo pensando, de la miseria de hace cincuenta años. Mucho me temo que Antonio verá, al atardecer de su vida, más bancarrota a su alrededor porque no pocos creyeron que este país se llamaba Jauja cuando era España.
Éste es el retrato de la cordura de Antonio y la pobreza de la sociedad española. El luto lo canta mejor la poetisa:

Tengo los ojos enlutados
mis manos se tornaron blancas
yertos los dedos
fría la sangre.
Del viejo tronco de mi vida
surge sumisa
la mueca de un gesto
en la infatigable tristeza
de un cayado que ara
nostalgias, anhelos, sueños
y el surco de la melancolía.

Hasta mañana españoles de bien. Hasta mañana Antonio. Hasta mañana J.

lunes, 1 de diciembre de 2008

Doctor, doctor, me duele aquí. Pues váyase allí

Las agresiones al colectivo médico van en aumento en los últimos años. Hoy se han conocido datos en nuestra Comunitat que ponen el vello de punta. Se estima que hay una media de ocho incidentes de este tipo al mes sobre todo en las consultas de Urgencias médicas y guardias de atención primaria. Lo que sabemos procede de las pocas denuncias que cursan cuando el médico es insultado, amenazado o agredido físicamente por lo que es de suponer que, en el silencio que alimenta el miedo, quedan atrapadas muchas otras faltas de respeto que nunca salen a la luz. Conozco bien el funcionamiento de la sanidad pública por mis achaques crónicos y eso me permite ojear el panorama a vista de usuario. A mi paso encuetro de todo pero lo que más abunda son excelentes profesionales más aún en el grado de especialistas. Hasta que uno llega a ese nivel en la jerarquía médica suele toparse con una base sanitaria descontenta y estresada que conoce mucho de su oficio de curar pero desconoce otro tanto de cualquier patología que se salga del resfriado común o gripe, dolor de espalda, otitis o heridas infectadas... Tampoco tiene el médico de familia mucho a su favor para el buen ejercicio de sus conocimientos, la verdad sea dicha. Todo son zancadillas. La administración le pisa los talones con una media establecida para consulta de tres o cuatro minutos por paciente. A duras penas en ese instante fugaz da tiempo para saludar correctamente, despedirse con educación y que el médico estampe su número de colegiado en dos o tres recetas.
A la más mínima inseguridad frente a la dolencia que aqueja al paciente su médico le dirá la famosa frase: "tiene usted que ir al especialista. Pásese por la ventanilla de abajo y pida cita". Y luego el caminito monte arriba también lo conocen. Una media de tres meses (por decir algo prudente) hasta que el verdadero doctor, el que tiene conocimientos para darle la solución, le ve la cara. Sana, sana que si no curas hoy, curarás mañana.
Durante los últimos años hemos venido observando cómo han perdido valía aquellos médicos llamados antaño de cabecera. Cada vez hay menos conversación y más prisa. Resulta imposible que uno de estos médicos de atención primaria lo conozca a uno y siga una evolución natural de su dolencia. Todo eso lo hemos tirado por la borda. A la vez se ha "ganado en derechos" y a la mínima antipatía entre médico y enfermo ponemos en uso el comodín de acudir a la ventanilla para todo y solicitar el cambio de médico. Lo malo es que pronto nos damos cuenta de que el siguiente tendrá los mismos factores de estrés en contra para la buena realización de su desempeño y todo volvera al principio, perpetuándose así la desesperación y la rabia de los de uno y otro lado del mostrador.
Sin embargo nuestro sistema sanitario es serio y profesional cuando toca. Las bajas instancias (no deberían nunca tenerse como tales ni haber llegado a este extremo de degradación) se han sentido obligadas a burocratizar uno de los más bellos oficios del hombre: ayudar y promover el restablecimiento de la salud. Todo esto me recuerda a aquel chiste tan malo como profético para el caso: doctor, doctor me duele aquí. Pues váyase allí.
Presionados con la soga al cuello por un sistema derrochador y rácano a la vez, obsesionado en rellenar formularios, nuestros médicos de ambulatorio soportan un estrés inconveniente para poder centrarse en el componente humano del enfermo y, con el viento totalmente en contra, he de decir que la mayoría de los que he consultado consigue cruzar unas pocas frases humanas con su paciente antes de dar la entrada al siguiente. Este es el drama de la sanidad en España. Un drama silencioso y lorquiano de una administración que esconde sus basuras debajo de la alfombra. Luego tenemos a los matones de barrio. Esos pacientes o padres de alumnos (si les cambianos el escenario) que traspasan la barrera cuerda de la asertividad para convertirse en matones.
Entiendo que mantener un sistema de salud como el nuestro o el educativo resulte carísimo y ahora no estamos para tirar cohetes. Considero, sin embargo, que parte de la solución pasa por dotar de más autoridad a figuras como el médico y el profesor en nuestro país, pero autoridad real y no sólo sobre el papel. ¿Tanto cuesta eso? ¿No nos sale más caro pagar las bajas laborales de estos colectivos hartos y rotos por no poder dedicarse a lo que les gusta? Como siga la cosa así ya me imagino visitando a un médico blindado con pantalla de cristal o por web cam desde mi casa. Tampoco nos vendría mal recordar que el calor humano es otro de los coadyuvantes en la recuperación de la salud y ése no se estampa en una receta.
Matones de ambulatorio y médicos mediocres a parte nuestro sistema sanitario da muestras de clara enfermedad y lo mejor siempre en estos casos es pillarla a tiempo.
Hasta mañana suertudos lectores ajenos a este espectáculo. Hasta mañana enfermos que soportáis la derivación. Hasta mañana J.

sábado, 29 de noviembre de 2008

A pedir a la puerta de la Iglesia

Vengo observando desde no hace poco tiempo que los pobres de solemnindad, los pobres de entre los pobres que bautizó Teresa de Calcuta, ya no reclaman caridad crisitiana a las puertas de las iglesias (todo un clásico) sino que tiran de la saya pagana a la salida de los Mercadona. El atemporal libro El Lazarillo de Tormes, que recomiendo encarecidamente a mis alumnos siempre que tengo oportunidad, nos mostró la brillantez de la picaresca de quienes se ven en la puta calle pasando frío y hambre. Los pobres de entre los pobres, los sintecho, los desheredados de la tierra conocen a la perfección los movimientos de la sociedad a la que reclaman la subsistencia. Estudian sus pasos y costumbres porque observan el mundo desde primera hora de la mañana hasta el último rayo de sol. La calle es la pizarra donde leen los renglones de sus vidas. Toman como suya la ciencia de la observancia de los antiguos filósofos griegos. De este modo son los más aptos para hacer un retrato veraz de los que desfilamos ante sus apagados ojos.
Algunos estarán pensando que me olvido de que estas personas suelen ser polienganchados que necesitan litros de vino, chutes de heroína u otras sustancias para soportar la vida. Soy consciente de esa realidad pero aún en esas condiciones se puede retratar el mundo con lente limpia si la conciencia es trasnparente.
En cualquier caso no quiero ir por esos derroteros. La cuestión es que los mendigos ya no mendigan nuestros céntimos a la entrada de las iglesias sino en emplazamientos de más tránsito, más concurridos. La misa diaria ya no es rentable y eso es un secreto a voces. No lo es para extender la mano del que pide ni tampoco para la institución que mantiene sus ritos vivos a base de respiración asistida. El gesto de partir el pan ya no le renta a nadie por diferentes motivos.
Los curas ponen más empeño en cualquier otra actividad parroquial de proyección social conscientes de que es ahí donde se ganan almas. Los obispos se afanan en acudir a conciertos sectarios para controlar que cada nota ocupe su lugar en el pentagrama del engaño. El Obispo de Roma viaja por el mundo adoctrinando a multitudes que oyen pero no escuchan la palabra que saben adulterada.
En medio de este paisaje, el portavoz de la Conferencia Episcopal Española ha aprovechado hoy los tiempos de crisis para sumarse al ejercicio de pedir. Ha pedido a los españoles más sensibiliadad y conciencia con la Iglesia tan necesitada en estos momentos en que hay más casos que socorrer. Ha pedido más contribución para sostener la labor social de los católicos, apartado que siempre he elogiado de esta institución. El problema es otro. No puedo quitarme de la cabeza cuánto de mi moneda al pobre de la puerta de Mercadona se va para el siguiente cartón de vino quema-venas y cuánto de mi cruz en la casilla de Hacienda se convertirá en tela de las pancartas que antoje a sus monseñores lucir proximamente por la plaza de Colón. O peor aún, qué proporción de mi euro surcaría los vientos españoles a modo de veneno radiofónico mañanero contribuyendo así a apagar un fuego con gasolina.
Visto lo visto prefiero seguir el primero de los principios de una economía saneada: no dar un pescado a nadie (menos si no lo tengo) y enseñar a utilizar la caña para que se lo pesquen ellos.
A los obispos les digo aquello de... ¡a pedir a la puerta de la iglesia! ya veríamos como se morían de hambre. Sobre todo si por su puerta pasaran madres solteras, mujeres que abortaron un día, homosexuales que se creen hijos de Dios, divorciados paseando a sus hijos en régimen de visitas...
Hasta el lunes almas compradoras de eternidad. Hasta el lunes futuros infiernos míos. Hasta el lunes J.

miércoles, 26 de noviembre de 2008

Aterrizaje fogoso

Siempre he soñado con volar. El mundo del sueño y el significado de los mismos despertó en mí un gran interés ya en la infancia. Al poco tiempo de sumergirme en los libros que versaban sobre esos enigmas, me percaté de que el sueño de sobrevolar una ciudad en medio de la noche se da con mucha frecuencia entre los miembros de todas las sociedades, desarrolladas o aún por emerger. Es como una sensación inenarrable que produce en el que la vive vértigo y admiración por la belleza que desprende la escena que se dibuja bajo sus pies. Siente el alma que el mundo fuera grande y hermoso a la vez pero suficientemente abarcable o maleable. Uno se vive así mismo como por encima de la realidad y de las historias del mundo ordinario, trascendiendo los egos encerrados en callejuelas estrechas y largas de interminables edificios alrededor.
Sólo entonces los sentidos planean por encima de la realidad. El humano trasciende su naturaleza y ultrasiente desembotando ese noventa por ciento infrautilizado de la maquinaria del pensamiento.
Ésta es mi experiencia más lejana a la física comprensible, más iniciática. Por supuesto, nunca creí en el viaje astral ni otros dogmas propuestos por religiones que nacen de la modernez. Esas creencias atan y recordemos que de lo que se trata es de volar. Tampoco poseo información alguna de adónde va a parar mi caja de resonancia (es una manera laica y poética de llamar al alma) cuando tengo esa vivencia. En mitad del vuelo nunca vi alas en mis extremidades superiores ni motopropulsores eléctricos adheridos a mis piernas. No conservo noción de la desnudez o no de mi cuerpo en la travesía, ni eso recuerdo con nitidez, pero traje de astronauta con el logotipo de la NASA cosido a la solapa tampoco llevo, ahora que lo pienso.
De repente me invade un miedo atroz. Se llama caída y es posible. Esa probabilidad me asfixia, me hace atravesar las peores turbulencias. Caigo. Despierto. Noto a mi lado el calor de tu cuerpo. Vuelvo a soñar que vuelo. Algún día compartiremos volar en el mundo de los sueños. Seremos como cometas al viento. Tú la feliz cometa meciéndose por encima de algún puerto. Yo el viento, siempre tu viento.

lunes, 24 de noviembre de 2008

Las siete diferencias

Cuando era pequeño me pasaba las horas muertas jungando a aquello de buscar las diferencias entre dos ilustraciones. Con el tiempo aprendí que no era del todo mala la costumbre de gestionar así mi ocio, pues esa actividad servía para agudizar los sentidos y focalizar la atención en aquello que vemos.
Cambiemos las viñetas de ayer (casi siempre de perritos con gorro y bufanda de lunares, cosa que nunca entendí) por dos rostros de primera línea de actualidad: Obama y Zapatero.
Un periodista dos veces ganador del Pulitzer sostiene en un artículo publicado este fin de semana en The Washington Post que hay claras similitudes entre los dos líderes, incluso en el terrreno personal. Sería nuestro Presidente del Gobierno un aliado interesante para el nuevo gobierno estadounidense al igual que Tony Blair lo fuera de las administraciones de Clinton y Bush.
Empecemos a jugar al juego de las diferencias, a ese que adiestra la atención y dejemos a un lado las semejanzas del tipo de que ambos son delgados, a ambos les gusta el baloncesto y son padres de dos hijas. Eso para el ganador del Pulitzer parecen ser argumentos suficientes para un futuro casamiento pero, como de elucubrar se trata, elucubremos en el sentido opuesto. Dicho de otro modo éstas son las bases que sostengo para admitir un flirteo inicial entre ambos mandatarios que quedará en nada en un suspiro. De noviazgo ni hablemos y de bodorrio ni se me pasa por la cabeza.
Primera diferencia: Zapatero es socialista. Proviene de un partido que desde sus inicios luchó para poner fin a la diferencia de clases y tiene en sus siglas la "o" de obrero. Poco le queda de obrero pero su esencia parte de ahí. La ilusión de pensar que Obama se acerca ni de lejos a estos postulados (no representados en el arco político americano) es eso, una ilusión con gran carga de ingenuidad.
Segunda diferencia: a Obama le precede una etapa nefasta de derechismo rancio y él seguirá en el derechismo a su forma. Zapatero contradijo la tendencia en España y la moda de Europa cuando llegó al poder. En medio de un bosque caducifolio, Zapatero brotó con hoja perenne.
Tercera diferencia: América nunca aprobaría leyes sociales como las del matrimonio homosexual, el divorcio express o la eutanasia pasiva. Nos guste más o nos guste menos, la cuna de la democracia aún está lejos siquiera de estos debates. Obama será mirado con lupa por numerosas iglesias que tienen raíces por todo el país. Salirse del tiesto podría costarle carísimo.
Cuarta diferencia: casi expresada en la tercera y contenida en ella. La religión cuenta con un peso específico en aquel país. El divorcio auténtico iglesia-estado en EEUU está todavía por venir. Nos veneden una separación teórica pero en la práctica no es así cuando los políticos se sitúan a la derecha del padre. Recordemos que a Bush le hablaba Dios, el mismo Dios cuyo nombre viene impreso en el dólar.
Quinta diferencia: América se debe al desarrollo industrial que impulsó y mantuvo el capitalismo. Por esa razón, así de sencillo, Obama regalará titulares a la prensa internacional de cierto espíritu ecologista pero siempre estará cautivo por un sistema basado en producir y producir para seguir manteniendo el primer puesto de potencia mundial. Zapatero trabajará (si es listo y valiente) en reconvertir el sistema productivo español en la ruina por el momento. Hará más en la lucha contra el cambio climático porque podrá hacerlo, sencillamente. Sus medidas serán de infinita menor repercusión para la solución al problema real.
Sexta direfencia: la lengua. Dos lenguas además que se oponen, que rivalizan por conquistar el mundo. Con la de Cervantes iremos paseando por donde nos dejen, ahora que aún está de moda. La de Shakespeare intentará imponerse frente al chino mandarín que despunta con amenazante fuerza como su país de procedencia. Nunca dos genios fueron amigos y ninguna estructura soporta el bicefalismo, la lingüística tampoco. Para que a Zapatero le sonrían las estadísticas de número de hablantes hispanos tendrá que seguir dando codazos al mundo angloparlante de Obama.
Séptima diferencia: Obama es un gran orador, Zapatero no conoce ni la lengua de los negocios. Un tono cansino, repetitivo y monótono con interminables circunloquios es la forma en la que se expresa nuestro Presidente. Los asesores de Obama saben más de hacer discursos que los del PSOE que aún están en el balbuceo. Gusta escuchar a Obama y cansa cruzarse con los discursos de Zapatero.
¡Me encanta esto de las diferencias! Veo una más, ésta de enjundia: el presidente electo no va a sentir el placer de tener a la COPE resoplando en su nuca desde las seis de la mañana. La imbecilidad sofisticada intelectualoide de los muñecos de la Conferencia Episcopal sólo la sufre ZP. Bueno y algunos otros masocas que siguen estas ondas para conocer mejor al enemigo.
Ahora que lo pienso, con esta oposición ¿cómo va a aprender Zapatero a argumentar mejor?
Hasta mañana amigos de las diferencias. Hasta mañana periodistas casamenteros. Hasta mañana J.

jueves, 20 de noviembre de 2008

Se rifan tetas y se regalan santas

Una famosa discoteca de Valencia ha tenido la ocurrencia de organizar un concurso en el que el premio sea un cheque de cuatro mil euros para canjear por una operación de estética a elegir. A estas horas decenas de colectivos se han posicionado en contra del concurso e incluso la Conselleria de Sanitat ha tomado cartas en el asunto.
El gerente de la discoteca se defendía ayer en una entrevista con consistentes argumentos y atropelladas maneras. Cuántos padres (se preguntaba el susodicho) regalan a sus hijas unos pechos nuevos o la rinoplastia después de aprobar el instituto. Cuántos novios sacrificando horarios en sus trabajos ahorran para costear a su pareja una reducción de caderas o la depilación definitiva. Pero claro, como ellos son sus novios o sus padres pasan por héroes mientras la dirección de la discoteca está siendo criminalizada...
Hagamos un poco de memoria. Las mismas emisoras y televisiones que sostuvieron la bazofia de programa aquel de Cambio Radical son las que ahora se llevan las manos a la cabeza criticando el concurso con recompensa de dudoso gusto. Los mismos cirujanos (u otros pero del mismo oficio) que apoyaron y legitimaron hasta la saciedad los argumentos a favor del programita sensacionalista, clasista y machista ahora se oponen a la jugada del empresario valenciano del mundo de la noche. ¡Y viva la hipocresía!
Los ciudadanos españoles tenemos buenos ejemplos (como siempre digo) de hipócritas profesionales pagados por el pueblo. Nuestra clase política o la Conferencia Episcopal son los más claros ejemplos que ilustran mi linea de pensamiento. Bono (se me viene ahora a la cabeza) se pasó de nuevo de la raya. Quería volver a subir a los altares a Sor Maravillas a pesar de que su iglesia ya le rindiera el mayor tributo posible. Pero Bono, incorformista donde los haya, quiere hacer santo a aquel que ya lo es en el sitio donde no toca. Donde quiere la placa el Presidente del Congreso hace falta menos noñería y más laicidad. Menos juramento de cargo frente a crucifijo y más gestos en favor de un estado aconfesional. Funerales de Estado encargados a la fábrica de las mentiras, misas que abren años judiciales, placas a santas de dudoso currículum... todo resultado de la educación de los colegios de pago a los que también fueron nuestros socialistas y que tanto les han perjudicado las ideas.
Las santas, esto al Presidente monjil, ya tienen su lugar en la historia, no se preocupe de ellas. Deténgase en el dolor de quienes buscan desesperadamente los cuerpos de los que cayeron a manos de un régimen amigo de una iglesia que daba hostias como panes. Ahora han quedado huérfanos de súper juez mediático. Entre ellos hay también mucha santidad y paciencia, pero son anónimas.
Dos tetas siempre han tirado más que dos carretas, mueven el mundo y las discotecas. Un poco frívola sí es la idea del concurso pero parece que a todos esos que ahora replican les ha subido la fiebre (del sábado noche) de repente y se han puesto a delirar, a despotricar contra el mundo. Vale, me gusta la idea de defender a la mujer pero me gusta tanto que me decanto por hacerlo siempre y en todo momento; es nuestro deber y salvación darle gracias por siempre. ¡No sólo cuando salimos guapos en la foto! ¿Acaso somos ajenos al continuo ir y venir de adolescentes que pisan las consultas de estética por la tarde para asesorarse sobre unos retoquitos acá o allá? Habrá que ver cuál es la conducta en privado de muchos de los que bociferan en público en estas horas de tentación. La doble moral me consume, consume mi paciencia y mi comprensión. Cuando detrás de la foto se esconde la doble moral hay que huir lo más lejos posible de ese cadáver porque el olor a putrefacción se nota sólo al principio, después estás comiendo mierda y no te enteras.
Hasta mañana luchadores sin galones. Hasta mañana oportunistas de punta en blanco para la foto. Hasta mañana héroes anónimos que pagáis el circo. Hasta mañana J.

miércoles, 19 de noviembre de 2008

Vuelta a empezar

Pido disculpas a todos los lectores por el receso en la escritura de este blog. Me reincorporo a mis tareas habituales mañana y aprovecho para agradecer las muestras de cariño que me han venido durante estos días. La mejor señal del restablecimiento de mi salud es mi producción literaria. Mañana vuelve a abrirse el prismático a través del cual miramos los habitantes de este Destierro lunar.
Hasta mañana amigos. Hasta mañana J.
Gracias.

lunes, 10 de noviembre de 2008

Cruzados del siglo XXI

Podemos pero sólo a medias. La sociedad que escribe la página de este siglo tiene por delante enormes desafíos y el tiempo pasa en su contra. Cada día que un niño es explotado, cada ocasión que una mujer es asesinada por el embrutecimiento de su entorno, cada vez que un negro es insultado o un homosexual discriminado las políticas que parecían de altos vuelos se convierten en políticas de vuelo gallináceo. No sabemos todavía si Obama viene con traje de pluma de cisne o de patito feo. El tiempo lo dirá. Por lo pronto, éste ha sido un fin de semana muy movido y reivindicativo. Después de la decepción entre la comunidad lgtb por la ilegalización de los matrimonios gays en Florida, Arizona y California, han venido las protestas por esta prohibición. El escenario elegido es simbólico por su historia, Los Ángeles, para una comunidad que aún no puede descansar en paz, como nuestros represaliados del franquismo. Por eso y porque es una verdad a medias la que pregona el lema de que podemos, han intentado reclamar sus derechos donde se ganan tradicionalmente, en las calles. El pentagrama donde se escriben las mejores composiciones sociales ha sido siempre el mismo, el asfalto o la tierra de la calle. Ésa es la sala de maquinas que da el primer impulso a las piezas que se desperdigan luego por el mundo. Y la materia prima para que arda el motor es el dinero, siempre el sucio dinero. Una iglesia de gran arraigo en aquellos lares ha gastado millones de dólares a favor de la campaña para la ilegalización de los matrimonios homosexuales. Ha sido, fíjense bien en el dato, una de las campañas más caras de la historia de aquel país. Las cifras gastadas son directamente proporcionales a la lectura de peligro que de nosotros hacen ciertos sectores de la sociedad. Nos quieren atados y bien atados, sin posibilidad alguna de proliferar y asociarnos. Dicen que nos quieren y respetan como individuos pero no como colectivo movilizado. Casarse, formar familias, educar hijos... son privilegios que no se nos deben conceder y aún no están a nuestro alcance. Con estos pulsos de fuerza se retratan las partes implicadas. Unos gastando dinero a marchas forzadas y en plena ruina financiera para comer la cabeza a los de su comunidad y otros, defendiéndose en las calles de la intolerancia de los primeros. Todo por la dignidad de un grupo social minoritario que ve pasar los años añorando la justicia plena y los derechos plenos que nunca llegan.
Pilar Urbano arremetió contra los homosexuales diciendo que en España este colectivo atesoraba un gran poder político, como si ese también fuera terreno que debiera sernos vetado. En su mente sí caben esos vetos. Una mujer educada en la renuncia y la austeridad debe entregar todos sus esfuerzos por Cristo. Pero Cristo debe estar harto de toda esta locura travestida de cleriman, sotana y uniforme , a poco que se le parezca a las estampas que cuentan los evangelios. Cristo lleva presenciando dos mil años de hostias entre "los depositarios" de su credo por alcanzar el poder y hacerse con el control y para ello se ensucia su nombre y desvirtúan sus palabras.
Las hostias entre sacerdotes de las últimas horas en la Ciudad Santa no son nada nuevo. Las iglesias que siempre lucharon contra nuestros derechos han escrito su historia a golpes y navajazos, al más puro estilo arrabalero y barriobajero del extrarradio. Ya lo sabía el Hijo del Hombre que, en vida, dedicó algunos de sus mejores improperios a esta clase acomodada obsesionada por el control del poder.
Vistas así las cosas, los homosexuales no importamos tanto, al menos no en esencia. Somos más el pretexto adecuado en el momento oportuno para seguir intoxicando las mentes de los vulnerables que se prestan (por el pánico que produce conducir la propia vida) a que otros les marquen los caminos que deben transitar. La comunidad lgtb es la excusa para seguir con la inercia de tantos siglos de historia. Sin quererlo nos hemos convertido en los nuevos cruzados del siglo XXI porque Dios protege siempre a los más débiles y a ellos les abre el misterio de su palabra. Y ya lo dijo Cervantes magistralmente: "con la Iglesia hemos topado".
Mañana es el gran día. Mañana querré más a todos los que me habéis acompañado en el alma. Mañana empezaré a escribir otra historia y la compartiré con todos los desterrados del planeta, como es mi ilusión. Hasta mañana liberado J.

viernes, 7 de noviembre de 2008

¡Sorpresa, sorpresa!

Pero no se asusten que no le voy a dedicar la parrafada al programa hortera de la Gemio que hicera historia del sentimentalismo barato de las cadenas privadas españolas abriéndole paso a su amiga Patri, la del diario. No voy por ahí...
La razón para titular mi artículo de hoy de este modo es bien distinta. Me he llevado en las últimas horas dos grandes sorpresas. Una grata (o eso creo) y la otra muy ingrata. Voy a empezar por la agradable, por la que merece la pena seguir luchando en las causas donde me concentro que de sobra ya conocen. Me estoy refiriendo al primer discurso de Obama como presidente electo. Quizá no hayan reparado a estas horas en algo que dijo el líder negro recién estrenado. Se han parafraseado fragmentos de su discurso e incluso profesores y catedráticos de comunicación lo han catalogado de joya literaria. Dicen que Obama tiene una oratoria tan depurada que transmite poesía al hablar con la gente. Quizá eso forme parte de sus innegables encantos pero yo me detengo en otros atributos suyos más sobresalientes que la labia de los colegios de pago. Ya tenemos a muchos que hablan bien, blancos y negros pero feos como ellos solos. Este no es el caso. Casi al principio de su intervención se pudo escuchar de unos preciosos labios: "Es la respuesta pronunciada por los jóvenes y los ancianos, ricos y pobres, demócratas y republicanos, negros, blancos, hispanos, indígenas, homosexuales, heterosexuales, discapacitados o no discapacitados." ¿Se dan cuenta? ; ¿entienden el valor de estas palabras? Por vez primera los homosexuales hemos sido mencionados en la categoría de personas, de realidad palpable y tangible para un líder de la Casa Blanca. Eso denota muchas, muchísimas cosas dignas del más profundo y concienzudo análisis que iremos haciendo a medida que la personalidad que se oculta tras el cargo vaya trascendiendo pero, no es una cuestión baladí estar en boca del inminente presidente de los EUA. Si algo no cabe pensar es que el discurso no hubiese sido confeccionado con anterioridad dejando a la improvisación el más mínimo detalle. Esto refuerza aún más la autenticidad de la intervención razonada, meditada y ponderada del otro día.
Sabemos que Obama tampoco ha sido un defensor a ultranza de los derechos de los homosexuales en su país y más bien prefiere las medias tintas. Lo que nos ha dejado perplejos es su mención, al traer a colación con su palabra la realidad de otra minoría humillada, aplastada y vejada en todo el mundo a día de hoy en el que los afroamericanos han visto su sueño cumplido.
Una larga lucha de cuarenta años que entendemos y con la que estamos sin duda sensibilizados los gays, lesbianas, bisexuales y transexuales del mundo que hemos vuelto a ver la oportunidad de respirar tras el color oscuro de un hombre que puede albergar una mente preclara.
La otra sorpresa pasa a la categoría de disgusto cuando me entero de que California ha votado en contra del matrimonio homosexual. La polémica proposición 8 pedía modificar la constitución del estado para definir el matrimonio sólo como la unión entre hombre y mujer, lo que suponía derogar la decisión del Tribunal Superior de Justicia de California que legalizó en mayo las uniones homosexuales. Ante el peligro acechante de tirar la ley para atrás unas dieciocho mil parejas del mismo sexo agilizaron en los meses previos sus gestiones para ver cumplido su sueño de constituirse como matrimonio.
Las leyes en contra del amor entre dos personas del mismo sexo han amargado la vida un poco más de muchos ciudadanos de aquel lugar que pagan sus impuestos y cumplen "religiosamente" con sus obligaciones ante unas instituciones que se niegan a concederles la plenitud de derechos. Pero seríamos del todo punto ingenuos si cayésemos en la trampa de no dar importancia a los gestos y las palabras como quiere el PP español, a quien no le importa tanto otorgar derechos a las personas como delimitar neuróticamente fronteras anti naturales de la realidad. Parece que la lucha se sitúa ahí, en la denominación, en los nombres, en las palabras... Llegados a este punto me retracto de lo que dije anteriormente y después de ser cegado por la belleza racial de Obama, concedo máxima importancia a sus palabras porque bien sabe el PP y la ultraderecha norteamerica que la enésima lucha de los homosexuales se libra ahí, en el campo de la semántica. El matrimonio ha sido por tradición patrimonio exclusivo de los heterosexuales y también la Casa Blanca de acceso exclusivo para blancos. Es evidente que el mundo está cambiando a pesar de las resistencias de algunos.
Porque en los institutos y universidades públicas también nos enseñaron a pensar y a defendernos con argumentos sabemos que la discriminación empieza por la palabra diferente que abre una categoría diferente. Así, los filósofos de la Edad Media supieron valorar la esencia misma, el elixir de las letras porque la mente funciona con ideas que se sustentan en palabras. Con distintas palabras se menosprecia a personas que son iguales, al menos en dignidad.
Brad Pitt siempre luchó por no ser encorsetado como un galán del celuloide. Me llegan noticias de que se ha vuleto a posicionar a favor de los gays en estos días. ¡Con la hermosura que lucía melena al viento en Leyendas de Pasión! ¿Lo ven?, ya me vuelvo a ir del tema como quieren los peperos.
Hasta mañana sorprendidos electores. Hasta mañana disgustados contribuyentes. Hasta mañana amantes de la oratoria con sustancia. Hasta mañana J.

martes, 4 de noviembre de 2008

El mundo a tus pies, Barack Obama

Es casi imposible que de aquí salga un artículo novedoso u original al compararlo con los cientos de miles que se están escribiendo en este momento en el planeta sobre el tema estrella. Las elecciones a la presidencia de los EEUU siempre generan una gran expectación. Hoy, con el mundo moribundo en lo económico y herido de muerte en lo que a ilusión y valores se refiere, la fiesta de la democracia de aquel país está teniendo un efecto contagioso que corre como la pólvora por todo el orbe. A los ciudadanos de bien les inunda la alegría porque hoy, EEUU vota para que el mundo cambie.
Si algo hemos aprendido en los últimos meses es que todos somos como una pequeña parte de EEUU porque lo que acontece en aquel país nos influye determinantemente aquí, como trataba de explicar esta tarde a una alumna mía. Lo que pasa en nuestro país, a miles de kilómetros de aquel, lo que pasa en tu ciudad o pueblo y lo que acaba ocurriendo en tu barrio está íntimamente interconectado con la página de la historia que ahora se está escribiendo. Una vez más las cosas no son como parecen y por eso me costaba tanto convencer a mi alumna de que todo pasa por allí, por las urnas de allí y la elección de los que allí ejercen su derecho al voto.
Todas las encuestas dan como favorito a Barack Obama. Lo primero que acabará siendo historia en unas horas es que el candidato por el Partido Demócrata será el primer Presidente afroamericano de la historia de los EEUU. Sólo ese dato ya merece la conmoción con la que muchos asistimos a este espectáculo del pueblo.
En pleno siglo XXI es indignante que nunca antes haya sido ocupado un puesto de máxima relevancia por alguien de piel oscura. Esto no debería ser noticia pero lamentablemente, lo es. Con el triunfo de Obama triunfan necesariamente las minorías por vez primera en el país que hoy rige nuestros destinos. El mensaje que se lanza al mundo es novedoso, esperanzador, aperturista y muy alentador para muchos hombres y mujeres aún desfavorecidos por el sistema y los jóvenes saludan a estas horas a un nuevo líder que ha sabido guiñarles el ojo poniéndose a su altura.
Pero no terminan aquí nuestras esperanzas de amanecer en un mundo mejor. Barack Obama, al que describen los medios como un hombre atractivo, de color y buenos modales, parece dispuesto a poner patas arriba muchas de las gestiones realizadas por el Presidente saliente Bush.
Tenemos servidos ya los dos elementos para la epopeya: el héroe y el antihéroe. La sociedad que hoy vota, los jóvenes especialmente y las clases sociales más desfavorecidas junto con el pálpito general del planeta sienten la necesidad de desterrar para siempre a uno de los mandatarios más impopulares de la historia norteamericana. Tanto ha sido el daño causado por esta Administración desastrosa que sólo nos queda la esperanza de recuperar el tiempo perdido.
En esta nueva era que se abre mañana Obama ha dicho que:
-impulsará fórmulas para evitar el distanciamiento entre clases sociales
-apoyará la asistencia sanitaria universal en EEUU
-restringirá las emisiones de gases de efecto invernadero
-retirará la mayoría de las tropas de Irak para el verano de 2010
-defenderá los derechos de las mujeres en el caso del aborto
-velará por una mayor separación entre Iglesia-Estado
-acabará con la dependencia del petróleo norteamiracano procedente de Oriente Medio
-su Administración escuchará y atenderá las peticiones de las minorías sociales...
Mienten muchos analistas políticos cuando dicen que dentro de unas horas, con la victoria de Barack Obama, Europa quedará más envejecida, menos moderna y más apolillada. Mienten o les falla la memoria porque, si este nuevo presidente remoza la carcoma y abre los armarios más ocultos, se olvidan de que otra luciérnaga brilla en medio de la oscuridad. Quedan pocas horas paraque Zapatero viva una gran metamorfosis: de mosca cojonera de Bush a luciérnaga de Europa. Si hay que cogerse al tren de la modernidad y del cambio social, aquí le podemos contar algunas cosas al nuevo presidente americano. Ahora que cae el capitalismo y los valores de catecismo se extinguen ¡sálvese quien pueda! No se si habrá llegado la hora de la verdad pero muchos pensamos que ya va siendo hora.

En memoria de todos aquellos que han luchado por hacer un mundo más justo y solidario apoyando a los que sufren el destierro y la exclusión. Porque todos ellos fueron los mimbres del pasado para tejer las cestas del presente. Por un futuro más saludable y esperanzador para los hijos de este Destierro lunar. VOTAMOS POR BARACK OBAMA.
Mañana es día de fiesta, pasado empezaremos a criticarle.

Especial elecciones EEUU

Destierro lunar y sus habitantes M, G y J se suman a la fiesta de las elecciones presidenciales de EEUU. Porque creemos profundamente en la democracia como herramienta para cambiar el mundo hoy, de manera excepcional, podrán saber qué pensamos en el Mare Crisium del acontecimiento que hará tambalear las mentes de muchos en la Tierra.
A partir de la media noche, las elecciones de los EEUU y su análisis sólo aquí, en Destierro lunar.
Hasta la media noche seguidores del destierro. Hasta la media noche J.

Por caridad cristiana

Llevo muchos días mordiéndome la lengua sobre las suspuestas polémicas opiniones de la Reina en el libro de la señorita Urbano. A estas alturas no hace falta ponerles en antecedentes porque conocen sobradamente el asunto. La periodista amiga de Zarzuela se ha mantenido firme en el fondo y en las formas hasta el momento. No ha mostrado la más mínima intención de rectificar o de aclarar algún posible malentendido aunque algunos párrafos de su obra han suscitado reacciones de todo tipo entre diferentes sectores de la sociedad. Todo el mundo ha opinado sobre las supuestas opiniones que Doña Sofía tiene sobre el aborto, la eutanasia o el matriminio entre homosexuales. He seguido este tema con un interés y expectación máximos por muchos motivos, algunos de ellos evidentes. De la reacción de sorpresa inicial pasé al análisis detenido de la biogafía de Su Majestad para encuadrar las opiniones a ella atribuidas (lo he tenido a la mano gracias a la celebración en todas las televisiones del culpleaños real) y ahora al más profundo sentimiento de tristeza y desánimo que puedo albergar. No he querido entrar ni voy a hacerlo en el contenido polémico del libro. Sólo decir al respecto que no lo pienso comprar. Una señora preguntaba el sábado a una dependienta de unos grades almacenes famosos de mi ciudad: "¿éste es el libro donde la reina habla mal de los gays? Con cara de cansancio la dependienta mileurista le contestó: "sí señora, éste es". No hay que ser muy listos para darse cuenta de que el daño ya está hecho. Después vendría un breve comunicado de la Casa Real para frenar la cascada de reacciones pero, reitero, el daño ya estaba hecho.
La autora del libro y periodista de confianza del entorno de la Casa Real ya se había explayado años antes al hablar en primera persona sobre los temas por los que ahora vuelve a saltar la polémica. No creo (es una apreciación personal) que ningún medio nacional se esté atreviendo tanto como El Plural a tirar del hilo. Ni el resto de medios progresistas que apoyan al gobierno y sus leyes sociales ni tampoco el propio ejecutivo de Zapatero creo que estén sabiendo estar a la altura de las circunstancias, aunque reconozco que los hechos nos han sobrepasado de lejos a todos.
Volviendo a la biógrafa autorizada por Zarzuela leo que de sus labios salieron en el pasado estas supuestas declaraciones a Elle: "dos homosexuales podrán ser un par, por aquello de ser dos, como las alpargatas. Pero nunca serán una pareja. Ni siquiera una yunta. Y por supuesto, jamás un matrimonio. Esa institución (monogámica, heterosexual, formalizada y consensual) o se da entre un varón y una hembra o no se da". Añado algunas frases más de sustancia: "Sería perverso y pervertidor que un niño, que una niña, se criase en el ambiente enrarecido, enfermizo, deformante, vicioso y tarado de un par de maricones o de lesbianas que fingen ser lo que no son, hacer lo que no hacen y dar lo que no tienen (...) el homosexual me merece el mayor de los respetos, siempre que sepa apechugar con su desviación a solas".
Como después de releer lo transcrito no me quedan fuerzas para luchar ni más lágrimas en los ojos para llorar la pena acabaré el artículo con tres breves reflexiones.
Primera. Siendo muy bienintencionados siempre nos quedará la duda de lo que quiso decir la Reina a Pilar Urbano.
Segunda. Nos hacemos a la idea de lo que la escritora quería con su obra y la felicitamos por haberlo conseguido.
Tercera. No paro de leer en decenas de artículos y todo tipo de fuentes que la periodista guarda una estrecha relación con algún sector del catolicismo español. Me cuesta creerlo de veras. Yo fui educado en un colegio de monjas y, desde el primer día, aprendí de ellas a ejercer, como mejor he podido en mi vida, la caridad cristiana...
Vengo echando en falta a mi Presidente. El Presidente que defendía la alegría para ganar las elecciones. El Presidente que en un discurso histórico ante los representantes del pueblo español dijo aquella frase "dejad en paz a los homosexuales". Ahora que Zapatero se esconde detrás de los números rojos y Rajoy sigue con su ambigüedad crónica de siempre me alegro mucho de haber conocido a gente como MC, que hace un año ofició mi boda con toda su entrega y sentimiento. Mi matrimonio ha sido puesto en tela de juicio y eso me duele. Se pondrá en duda mi idoneidad para ser padre y la de mi marido, pero todo esto nos hará más fuertes no sólo a los homosexuales sino también a no pocos heterosexuales. Hasta mañana amigos. Hasta mañana tristes M y J.

Dedicado a MC por querernos en la persona y en el símbolo. De tu matrimonio preferido.

viernes, 31 de octubre de 2008

All hallow's Eve o el misterio de la calabaza

Dentro de un rato nos adentraremos en la página del calendario que reza: "Festividad deTodos los Santos". El mundo cristiano viene subrayando este día desde antiguo para solventar un problema de espacio y tiempo. Como la cantidad de cristianos que morían en la época de la Iglesia Primitiva era tan grande y no quedaban días para rememorar a tantos caídos se recurrió a una sencilla solución para acabar con el problema del anonimato de los que daban su vida por Cristo. Se fijó una fecha concreta que rememoraría a los atormentados y, sólo de esa forma, ninguno quedaría en el olvido de los fieles.
Le debemos a Gregorio IV la extensión de la celebración por todo el mundo cristiano.
Pero las cosas han cambiado mucho desde el siglo IX hasta nuestros días. Ya nada es lo que era. De hecho casi nada de lo que nos han contado es como nos lo han contado, quizá ése sea uno de los grandes éxitos de la propagación de lo religioso. Pepe Rodríguez no se cansa de pregonar en sus libros que la inmensa mayoría de las festividades que hoy conocemos como religiosas fueron un auténtico plagio de una fecha señalada para el mundo pagano. Sólo se cambiaron algunos conceptos, se introdujeron pesebres, algunas vírgenes o anunciaciones y a golpe de falsificación se consiguió convertir a Europa al cristianismo.
La fiesta de hoy cuenta con más de dos mil quinientos años de historia. En aquella época por estas fechas los celtas ponían fin al año y al verano. Ese día los muertos podían salir de sus tumbas y apoderarse del cuerpo de los vivos para resucitar. Por eso muchas casas ponían huesos y calaveras en sus puertas y fachadas con el fin de que los muertos se asustasen y les dejasen en paz. De este modo la jarana de los celtas (o celebración pagana de Samhaim) pasó a ser propiedad intelectual del mundo cristiano para reeducar a su rebaño y hoy se ha convertido en una fiesta de disfraces de jóvenes ajenos al significado de las calabazas pintadas que portan en sus manos. En su día el suelo europeo se romanizó y ahora todo se americaniza con la misma agresividad de antaño. La publicidad que nos llega del otro lado del Atlántico a modo de películas e imágenes de todo tipo ha hecho que se pierda la esencia misma y el sentir del origen de esta fiesta pero eso no nos debe preocupar lo más mínimo, no se me escandalicen puristas, ortodoxos del folklore ni nacionalistas. La riqueza siempre está en el mestizaje, en la mezcla. Todo sería perfecto si la parte emisora y la receptora ejercieran sus competencias libremente en el trasvase, cosa que jamás ocurre. Con la llegada del donuts y la calabaza, el consumismo o las ciudades dormitorio, Europa se ha enriquecido o se ha quedado como estaba en el peor de los casos. Tampoco se habrían muerto los niños americanos si el chupa-chups nunca hubiese cruzado el charco. En este permanente trueque las reglas son imprecisas y siempre gana el más fuerte como demuestra la historia. Las guerras entre unos y otros denotan vida en estado puro. Los más débiles caerán y los fuertes portarán un nuevo esperma. El dolor que producen las hostias en el camino es también normal, tan normal como el drama que suponen para el que las recibe. La Iglesia seguirá criticando los divorcios y las calabazas mientras bendice santos; los gays seguirán luchando para contar más en el sistema; los negros se harán un hueco entre los caucásicos; la realeza aprenderá de nuevo a callarse por el bien de todos y el mundo seguirá girando sin cesar, agitando todas sus partículas milagrosamente para producir la vida. Y a la vez, como si de una contradición se tratara, todo parecerá quieto ante nuestros ojos. Pero no se dejen engañar por las apariencias porque ¡todo fluye! y ésa es la auténtica realidad de las personas y las cosas. Dentrás de la calabaza se esconden más de dos mil años de historia cambiante y eso sí que es un misterio. De tanto en tanto, en mitad del recorrido se produce el milagro: una pieza excluída equivocadamente antes del sistema es reincorporada ahora al engranaje y como resultado el mecanismo se ha hecho más fuerte.
Hasta mañana americanizados lectores. Hasta mañana guardianes de las tradiciones. Hasta mañana amantes del mestizaje. Hasta mañana J.

miércoles, 29 de octubre de 2008

Caos y cosmos valenciano

El PP desatiende, desde hace no poco tiempo, algunas áreas prioritarias para el buen desarrollo de la ciudadanía en la Comunitat Valenciana. Ayer tuve que hacer un recorrido médico de antología para unas pruebas en mi hospital de referencia. Comencé mi periplo a las ocho de la mañana y llegué a la estación de destino a las dos del medio día. Toda una jornada laboral para hacerme una analítica de sangre, un electro y una consulta médica rutinaria. El estado de ánimo de los que esperábamos de pie en algún pasillo del complejo hospitalario cambiaba a medida que pasaban las horas. El semblante adormecido por el madrugón se tornó en uno disgustado en mis compañeros de viaje, algunos en ayunas durante más de tres horas.
En no pocos corrillos se podían escuchar quejas contra la gestión de la sanidad de los responsables políticos valencianos pero siempre había una contrarréplica en defensa de la alcaldesa más populista de la historia española. Yo tengo la teoría de que mientras la gente siga tan cegada dejándose embaucar por los populares con su tirón fallero y similares glorias festivas patrimonio del pueblo, la cosa no cambiará. Hace pocos días Rita Barberá se rodeó de pompa y boato como es costumbre en ella para llamar por teléfono a sus falleras del año. La alegría de las familias que confirmaron la noticia de que sus hijas serían la imagen viva de la fiesta ante el mundo, contrasta con la desesperación por la que atravesiesan los rectores de la Universidad de Valencia. Éstos dicen que la situación económica es insostenible fruto de la deuda que tiene la Generalitat con dicha institución. El rector afirma que la situación será absolutamente insoportable para las cinco universidades públicas de nuestro territorio. Todo esto lo pueden ver en la página web de la propia universiadad pero aquí les dejo un enlace más breve para que hagan picoteo.
Otra voz de alarma grita desesperadamente hoy. Nos referimos al estudio que ha realizado la firma de recursos humanos Adecco en la Comunitat. En nuestro suelo faltan mil doscientos médicos en total. De ellos se estima que aproximadamente hacen falta unos novecientos generalistas y unos trescientos especialistas. Sumen, resten y verán como las cuentas cuadran. Los médicos que buscamos todos desesperadamente sencillamente no están en España ni tampoco aquí en casa. Se fueron a lugares donde estaban mucho mejor pagados y gozaban de más prestigio y reconocimiento social. Me pregunto si tendrá algo que ver lo que les estoy contando con mi espera de ayer ante las puertas de la consulta médica.
Resumiendo: los políticos conservadores de la Comunitat Valenciana han aprendido mucho de la filosofía griega que les enseñaron sus profesores de pago en los años mozos. Tenemos mucho caos, mucho desmadre y la casa desatendida. Eso se combate con una buena dosis de cosmos: exaltación fallera, inauguración de palacios, puentes y jardines que no se pueden regar sin el agua de los manchegos. Pero mientras se perpetúe la política de inauguración de fachadas seguirá siendo un infierno ir al médico de su ambulatorio o que a su hijo le den una enseñanza de calidad en el instituto de su barrio. ¿Acaso eso le importa a alguien? ¡Que sigan sonando los pasodobles de antaño! Camps, Rita y los suyos saben que, ante el caos, ésa es la mejor medicina. Yo siempre he preferido a Bach porque concibe el mundo como un lugar armónico en el que el hombre está a salvo. Así me quito tanta caspa de encima. Lo que probablemente no sospechen los populares es que cada vez somos más los concienciados del caos y menos los que participamos de su falso cosmos.
Hasta mañana valencianos indefensos. Hasta mañana rectores en la ruina. Hasta mañana médicos emigrantes. Hasta mañana J.



lunes, 27 de octubre de 2008

Terrorismo adolescente y adulto

Vengo denunciando desde hace mucho tiempo la necesidad de reconversión que tienen las instituciones educativas en nuestro país. Ahora me escandaliza y me aterra el nuevo informe del Observatorio Escolar de la Convivencia que sostiene que dos de cada tres adolescentes se niegan a compartir pupitre con un marroquí o gitano. Movimiento contra la Intolerancia ha puesto el grito en el cielo para hacerse un hueco en la agenda informativa en medio de tanto parado, cifras macroeconómicas y batacazos bursátiles.
Los colegios son nidos de discriminación, de intolerancia, de xenofobia y exclusión del diferente y eso no es nada nuevo. Los educadores sabemos perfectamente lo que se cuece a pie de aula y, por eso, porque lo sabemos intentamos guardar el tipo como podemos a la vez que levantamos la voz frente a las injusticias que vemos cometer a diario delante de nuestras narices.
El tristemente famoso Informe PISA no para de recordarnos que las aulas españolas no son un modelo, ni de lejos, de convivencia y tolerancia. Más bien radiografía un calamitoso entramado de situaciones en las que el profesor lucha por ganarse el respeto de sus alumnos (con eso ya se va medio curso) y por promover el respeto entre los compañeros de clase el tiempo restante. Con el poco tiempo que le queda en su jornada laboral y si sus fuerzas se lo permiten, el maestro imparte algunos contenidos que versan sobre una asignatura que fue para la que se preparó con ilusión la oposición. Como puede observarse las matemáticas, la geografía y las ciencias naturales han cedido casi la totalidad de su protagonismo a las acciones paternalistas que ahora desempeña el maestro en vez de cubrir los contenidos de su temario. Es absolutamente cierto que se debe anteponer una enseñanza humanizante a una técnica y así, con el comportamiento hostil y agresivo de muchos de nuestros alumnos en el centro escolar, raramente se llega a la meta propuesta al inicio del curso y se acumulan deficiencias que pueden precipitar al fracaso entre nuestros jóvenes. Las cifras de fracaso escolar en nuestro medio van en consonancia con el mal ambiente que se respira en las clases.
Los padres culpabilizan a los maestros de todo este escenario. Los maestros saben bien que el principal problema se resolvería si los niños viniesen de sus casas con unos valores y una mínima educación aprendida. Mientras seguimos enganchados en cruces de acusaciones infructuosos, las cifras pasan del estado grave al coma profundo a medida que pasan los años y la cosa se agudiza. Pero en este análisis mío hay un error continuamente perpetuado por muchos que conviene reparar. No es cierto que los niños o adolescentes no vengan "educados" de sus casas. Es imposible que lleguen al centro en estado de tabula rasa y el maestro se ponga a escribir sobre la pizarra vacía de sus cabezas. Lo que llega a los centros son niños que ya han oído antes despreciar a esos mismos gitanos o maricones. Nos llegan adultos en construcción que han visto ya en no pocas ocasiones discriminar, juzgar y condenar a los que no son como ellos. ¿Se imaginan de dónde han mamado esas ideas los niños que impiden el ejercicio tranquilo del docente y el desarrollo intelectual de sus compañeros? Les doy una pista, por si les sirve de ayuda. El lema de pancarta aquel del Foro de la Familia (la familia heterosexual, de derechas y ultracatólica, claro) "La familia sí que importa" guarda en su interior las claves para desfacer este entuerto. Y si logran desfacerlo se percatarán de que muchos de esos alumnos que practican el terrorismo adolescente con sus compañeros y maestros tienen padres que se preocuparon antes de llevarlos a la catequesis en la mejor parroquia del pueblo que de los contenidos de Educación para la Ciudadanía. Más bien esos mismos padres objetaron contra la asignatura movidos por algún gobierno regional aburrido que quería animar el cotarro. ¿Se imaginan lo complicadas que pueden llegar a ser las reuniones con los papás de Pepito porque no deja a sus compañeros de clase en paz y les roba el bocadillo? Y luego se quejan los del PSOE por tener que aguantar a Rajoy. A este por lo menos le han sentado bien las clases de catequesis de los domingos por la tarde en algún barrio de Pontevedra.
Hasta mañana educadores vocacionales. Hasta mañana maleducados padres con maleducados hijos. Hasta mañana educadores de catecismo y pancarta. Hasta mañana J.

viernes, 24 de octubre de 2008

Esperando el sí quiero

Zapatero está harto de los desdenes de Bush hacia España y eso es evidente. Sabe que el gesto de retirar sus tropas de Irak no le ha reportado ningún beneficio en las relaciones con la Casa Blanca durante estos años, pero con la exclusión de España de la Cumbre Financiera Internacional de Washington la cosa ha ido demasiado lejos. Resultaría casi inexplicable que la octava economía del mundo no fuera invitada a un evento de esas características de no ser por la mala gestión de la política exterior que está haciendo el ejecutivo español. Mientras el presidente se parte la cara entre mandatarios europeos y suplica recomendaciones en China a los intermediarios entre Moncloa y Bush, Pepe Blanco desprecia al gobierno americano sin remilgo y desde la visceralidad como si hablara del Real Madrid. Intentando ayudar a su amiguete José Luis, ha soltado por la boca todo lo que le ha venido en gana contra los anfitriones de la fiesta (más bien funeral por lo visto hasta el momento) a la que no hemos sido invitados para reescribir la historia. Ha dicho que se deja atrás un período que ha conducido a una guerra desastrosa y a un crack no visto desde el 29, que tiene nombre y apellidos. A lo que dice Pepe Blanco no hay que añadir ni una coma pero es del todo punto inoportuno hacerlo ahora que los telefónos están que arden para conseguir el objetivo deseado. El discurso de Blanco parece una broma de mal gusto, un chiste de esos de gitanos u homosexuales contado a deshora delante de un receptor inapropiado. Es absolutamente condenable la mayúscula tontería cometida por este Vicesecretario General bocazas al que estarían encantados de pagar por ser prudente y no por contar cosas que todos ya sabemos en momentos en los que hay que callarlas.
La injusticia que se comete con la exclusión de nuestro país de la Cumbre Financiera es de la magnitud de la lengua de Blanco. La primera no nos cabe en la cabeza y la segunda no entra en la boca de su dueño. España merece estar presente en esa mesa de conversaciones por mérito propio como afirma hoy en su editorial el diario El País. Contamos con uno de los sistemas finacieros más sólidos del mundo, entre los dieciséis bancos de más peso del mundo encontramos dos españoles y España es el tercer inversor en el extranjero, después de EEUU y Francia por poner algunos ejemplos. Pero Bush (genio y figura hasta la sepultura) prefiere desoír a sus asesores casi en el paro y guardar los números en un cajón para devolverle el bofetón a ese imbécil (piensa él) que se parece a Mr Bean. Entonces la cosa se anima y empieza la salsa de la vida. El PP reprocha a Zapatero sus desaires permanentes a la Administración Bush y con el dedo acusador le recuerda que... "te lo advertí". Moratinos levanta el teléfono y tembloroso llama a Rice pero no logra convencerla pues hace falta mucho más despliegue de medios que ése para obtener el tan ansiado sí quiero. Durao Barroso hace lo que puede para que impere el sentido común en toda esta historia. Sarkozy se pone la careta de niño bueno ante los españolitos mientras recita internamente su mantra preferido "que España se joda" y la Vicepresidenta (más lista que el hambre) acaba con la rumorología de un plumazo al afirmar que "España estará en Washington".
Este es el panorama que tenemos a estas horas, las mismas horas en las que se derrumba por enésima vez la bolsa en toda Europa presa del pánico ante la inminente recesión mundial. Hace falta mucha madurez, mucha más seriedad y sentido de la responsabilidad entre nuestra clase política para que los ciudadanos que este mes han engrosado las listas del paro, tengan una mínima esperanza de que sus problemas puedan alcanzar una solución. Ni la seriedad ni la madurez son atributos que se reconozcan entre los citados pero se me viene a la mente alguien de quien no hemos dicho nada hasta el momento. ¿Recuerdan a un expresidente español con bigotito ridículo y greñas al viento que subía las piernas a la mesa en casa de un amigo suyo mientras sonreía y fumaba puros? Sería muy cortés de su parte que descolgara el teléfono ahora y llamara a su amigote de las fiestas para ver si se acuerda de él. A fin de cuentas Aznar es español y el desaire no se lo hacen al Presidente, sino a todos los españoles. Yo que soy republicano vuelvo a tener esperanzas en la Casa Real y en su ejemplo de madurez para conseguir meternos en el lío al que no hemos sido invitados. No me queda otra que decir...¡larga vida al Rey! para que interceda por los pobres que no tienen nada que llevarse a la boca.
Hasta mañana juancarlistas republicanos. Hasta mañana politiquillos de Europa. Hasta mañana nuevos parados sin esperanzas. Hasta mañana J.

Cuando el alma quiere dormir

Los artículos que van a leer en los próximos días son excepcionales. Lo son no el sentido de geniales sino en el arranque humano que hay detrás de ellos. Voy a necesitar hacer un gran esfuerzo para que mis opiniones salgan a la pelestra de este blog estos días, pero lo que queda por delante para que así sea, merece la pena.
En ciertos momentos de la vida uno desconecta de su entorno, se queda sin cuerda, como paradas las agujas de un viejo reloj sobre una mesilla de noche. Es cuando el alma quiere dormir y que no la molesten. Ese estado de hibernación no siempre es bueno y es mejor salir de él como bien sabe una de las personas más especiales con las que me he encontrado en mis treinta y un años de vida.
Dedicados a ti, amparo y refugio de mi alma, hasta el momento de reencontrarnos.

miércoles, 22 de octubre de 2008

Quien ríe el último ríe mejor

Muy sucia debieran notar sus conciencias aquellos que se ríen del dolor ajeno. No es la primera vez que el Grupo Risa nos propone un tema pseudohumorístico que no nos hace ni pizca de gracia. Bajo ese nombre pretenden esconderse los obispos españoles mientras dan coces como burros salvajes a todos los que no piensan como ellos. Pero vayamos a eso de la reincidencia. El grupo con pretensiones humorísticas y caricatura del sello mediático de Polanco ya se burló en 2005 de los inmigrantes subsaharianos que intentaban atravesar las vallas que los separan de un futuro esperanzador. Trataron tan delicado tema como si de una competición de salto de altura se tratara donde los tiroteos policiales eran el "pistoletazo de salida" de la competición.
Ahora los ideólogos risueños de la COPE han dado un paso más, si cabe, en honor a su originalidad y aseguran que Garzón encontrará "viva o muerta a la madre de Marco la cual habrá sido probablemente víctima de la dictadura de Augusto Pinochet". Como pueden apreciar la cosa pinta fea. Hace tres pueblos o cuatro los obispos perdieron el control sobre sus palabras creyendo que todo vale en clave humorística. Se mofan de un juez al que llaman paranoico por su entrega a desenterrar la historia y con ella la huella de sus cadáveres. Pero la chanza suele ser de buen gusto cuando se mantienen los márgenes de respeto al caricaturizado o la contemplación suficiente ante el tema a abordar y éste no es el caso. Jugando con el dolor de miles de familias que ven en este momento la posibilidad de aplacar su desasosiego al tener noticias certeras del paradero de sus seres queridos, consiguen desencantar a muchos y que otros reafirmen sus posiciones contrarias a la Iglesia. No diremos aquí nada del papel que jugó esta institución amiga de Franco durante la dictadura. Tampoco se me pasará por la cabeza hurgar en la herida de las opiniones que mantienen los actuales líderes del PP contrarias a la retirada de símbolos franquistas de nuestros pueblos ni abundaremos en lo que irrita a muchos en la derecha española el revisionismo europeo de los cuarenta años de nuestra dictadura. No quiero mirar hacia esos lugares porque estoy seguro de que sería perjudicial para la buena convivencia en nuestro entorno social. Dejémoslo en que cuando consigo entender las declaraciones ambiguas de Fraga me invade una incomprensión profunda el alma (cuasi-alma porque soy de izquierdas) que consultaré con mi psicoanalista en la próxima visita.
Ya hemos visto en los juzgados al presentador estrella de la COPE por insultar a esos de la derecha que a él no le congratulan. Ese escarmiento no parece suficiente a sus jefes, los obispos que, conscientes de que ellos no pueden recurrir al negocio de los anuncios de las señoras que ofrecen sus servicios a cambio de dinero, intentan recurrir al ruido para aumentar las audiencias y engrosar la caja. Ruido y polémica suelen ir bastante unidas en eso de los medios de comunicación, pero conviene saber que no son lo mismo. No estaría nada mal que, mientras los ventrilocuos de alzacuellos deciden si exprimen un poco más a su títere o no, Jiménez Losantos se matriculara en los cursos de la escuela de periodismo de EL PAÍS y, de paso invitara a su amiga Espe para que le enseñen a respetar el turno de palabra en las conversaciones. Al fin y al cabo Gabilondo también empezó en la COPE.
Como ejemplo del buen humor que se gastan los de la SER valga la carcajada a tres (Izaguirre, Nierga y Narbona) al escuchar las chorradas que ha dicho Aznar esta mañana dudando sobre el cambio climático... Como ven motivos para reir y llorar no nos faltan. ¡A gusto del consumidor!
Hasta mañana escandalosos de las ondas. Hasta mañana marionetas del ruido. Hasta mañana expresidentes metidos a payasos. Hasta mañana amantes de la risoterapia. Hasta mañana J.

lunes, 20 de octubre de 2008

Como un equilibrista en la cuerda floja

No es la primera vez (ni será la última) que denuncio las bases podridas y carcomidas sobre las que se sustenta el desarrollo del siglo XXI. Vivimos la época de la mentira, de la más grande farsa jamás contada y eso ya no extraña a nadie porque todos intuímos que el circo del hiperconsumo tiene los días contados. Lo estamos viendo cada semana, en la antesala de una crisis mundial en la que caerán muchos naipes de esta baraja social unos sobre otros sin remedio. Lo vemos también y lo padecemos en la meteorología loca que marca el calendario de unas tierras confusas y sobreexplotadas. Parece que el planeta ahora confabule contra la especie humana y arremeta con patadas y puñetazos a modo de tormentas, ciclones, incendios, olas de calor y frío, subidas y bajadas de las bolsas, caídas de grandes bancos, muertes por la contaminación, aumento de los casos de cáncer... y todo es producto de la desnaturalización del medio en el que nos desarrollamos. Por si aún no ven motivos para la pesadumbre hay que sospechar también de otro gran enemigo: la incredulidad de los ignorantes. Este enemigo, tan viejo como el propio hombre, ahora toma la forma de idiotez en grado máximo en el gobierno italiano. Se propone desde Italia frenar la partida económica destinada a combatir el cambio climático alegando la crisis que se sufre en Europa. Berlusconi desconfía de tanto Al Gore de pacotilla y no ve la urgencia de frenar esto por ningún sitio. Además sostiene que en muchos otros países piensan como él.
Estas palabras suenan amenazantes porque acabarían (si cunde el mal ejemplo) con la mínima esperanza que aún cabe albergar sobre la curación del planeta. La lucha digna de miles de personas que alzan su voz contra los excesos de la sociedad de consumo y el capitalismo salvaje se vería ninguneada y abortada.
Mientras en Europa nuestra clase política baila como en los sesenta al compás de la yenka (izquierda, izquierda; derecha, derecha; delante, detrás... un, dos tres) dando pasos en falso como un pato mareado, los intereses de la madre naturaleza pasan por quitarnos de en medio. El problema principal ahora se desdobla: de un lado tenemos que librarnos de la tiranía de las grandes empresas americanas y europeas que nos metiron en este lío y del otro salvaguardarnos de los envites de la naturaleza que habla en el lenguaje de indiscriminación del Universo al que pertenece. No me extraña que llegar a fin de mes se haya convertido para miles de personas en un paseo de malabarista sobre la cuerda floja. Sólo al que tenga algo de pasta en el bolsillo le colocarán debajo la colchoneta por si da un traspié. Hasta mañana equilibristas de las palabras. Hasta mañana equilibristas del euro. Hasta mañana equilibristas del entusiasmo. Hasta mañana J.

viernes, 17 de octubre de 2008

En un país de hipócritas

Tengo ganas de ver la entrevista de Iñaki Gabilondo esta noche en Noticias Cuatro a los padres de Javier, el niño que nos ha devuelto la esperanza. Javier ha venido a curar a su hermano de una anemia congénita muy grave pero, para que el milagro ocurra, la ciencia ha tenido que intervenir en el curso de los acontecimientos y seleccionar los embriones libres de anomalías que dieran lugar a un nuevo ser sanador o "niño medicamento". Volviendo a mi interés inicial, he de confesar que el avance me produce una gran alegría porque revoluciona de nuevo el ámbito de la biología y la medicina. Los sesudos investigadores que pasan sus vidas rodeados de probetas, buretas y matraces aforados parecen permanecer siempre ajenos a las polémicas del mundo real donde tienen impacto los hallazgos de laboratorio. Tiene mucho que aprender del colectivo científico la Conferencia Episcopal Española que, como bien saben, menos en las iglesias con sus feligreses más necesitados o en las catedrales limpiando murillos está en cualquier parte. Hoy se ha hecho un hueco a codazos en medio de la noticia, como suele ser su estilo, por medio de una misiva radical en la que condena este avance por motivos éticos. Denuncia que "se haya silenciado el hecho dramático de la eliminación de los embriones enfermos y eventualmente aquellos que, estando sanos, no eran compatibles geneticamente". De nuevo, banquete de hipocresía por todo lo alto de los purpurados que rigen el destino de nuestra iglesia.
Viendo las imágenes de una familia feliz en medio del milagro que le ha regalado la ciencia, se me hace difícil entender las duras palabras de esta cúpula terca y miope que dice erigirse en honor a la verdad. Pero era verdad la tesis de Galileo y, por eso, el pensamiento ilustrado tomó su torturta como paradigma del comportamiento de la Iglesia frente a la ciencia. Sabemos que aquellos torturadores del pasado hoy hablan por micrófonos y acuden a fiestas privadas de políticos del más alto nivel. Poco atienden, sin embargo, a los problemas internos de una casa desvencijada con las sillas vacías y el brasero a medio prender.
Juan Pablo II, dicen los que le conocieron, se preocupó por revisar la historia de la triste equivocación que cometió su Iglesia con Galieo (haciendo de juez Garzón por eso del revisionismo) y llegó a la conclusión de que el científico no fue quemado en la hoguera, sino privado de libertad y recuído en casa. Se le condenó sólo a formalem carcerem pero murió en su casa y no pasto de las llamas como los ilustrados hicieron creer. La Iglesia lo sabe bien: el mayor daño que se le puede causar a un ser humano no es el daño físico. Es el daño moral derivado de la estrangulación de la inteligencia y el alma la que mata con más saña. Hoy que los tiempos han cambiado la Iglesia vuelve a censurar sin medida a los que están más cerca de la verdad. Surge de nuevo el conflicto cuando los científicos quieren hablar y sus palabras no concuerdan con los versos mal traducidos de un libro de hace dos mil años. Y para que todo vaya bien y no se despierte el espíritu belicoso con el que han escrito su historia, los cientíticos tienen que callar, los homosexuales tienen que curarse, los jóvenes practicar sólo el beso y la caricia antes del altar y la SER despedir a Francino. De todos modos los hombres de iglesia nos programaron tan bien que me espero lo peor. No lo digo porque logren callar a Francino ni porque peligre la pasión entre los jóvenes, no. Lo digo porque después del rapapolvo de los obispos no me extrañaría que Javier, nuestro protagonista de hoy, fuera bautizado por sus padres en la parroquia de su barrio. ¡Menos mal que allí no hablan mal de Bernat Soria ni de Francino! Hasta el lunes esperanzados hijos de la ciencia. Hasta el lunes luces del saber. Hasta el lunes enemigos de la ignorancia. Hasta el lunes J.

jueves, 16 de octubre de 2008

Hora de pasar el plato

Este blog está inscrito en el concurso del periódico 20 minutos. Agradecería la consideración de votarlo si encuentran que es merecedero de ello. Como ven, es hora de pasar el plato aunque esta labor ya está suficientemente pagada con sus lecturas. Que pasen buen día. Hasta mañana votantes de Destierro lunar. Hasta mañana J.

miércoles, 15 de octubre de 2008

Política de foco y alcachofa

Muchos de ustedes se habrán preguntado en lo que llevamos de semana qué ha pasado con el fantasma de la crisis. Parece que ya todo esté resuelto. Acabamos de vivir el fin de semana con más agendas coordinadas entre líderes europeos en dos décadas para poner solución a la situación financiera internacional y... ¿qué ha pasado con la crisis? No, no la busquen que no hace falta. La crisis está presente y bien presente en el panorama internacional. Preside cada uno de los escenarios de la vida cotidiana de los ciudadanos corrientes como usted o como yo y de los que ejercen ahora una política de foco y alcachofa. Las bolsas parecen haber reaccionado alegremente ante las nuevas de los líderes europeos y el lunes y el martes nos daban un alivio. El IPC ha bajado algo, lo cual supone otro respiro para las economías domésticas. El euribor, que a muchos quita el sueño, frena su tendencia alcista. Como puede observarse, la economía ha resucitado de entre los muertos. Pero eso de las resurrecciones está limitado al ámbito de las religiones y de las creencias de cada cual y no al de la economía que se enseña en las facultades. Los paleocristianos se lo pensaron dos veces antes de aceptar el dogma y muchos lo siguen debatiendo. Hacía falta un elemento en la vida de un hombre (de por sí excepcional) que le hiciera consustancial a Dios. Así callarían las bocas más críticas con el nazareno para siempre, porque aquel hombre hijo de carpintero era el mismo Dios. Lo de la resurrección vino a zanjar un polémico asunto para siempre. Con el dogma se evitaron muchas muertes en toda Europa en los siglos que vinieron luego, pero no todas. Siempre hubo mentes que supieron leer las intenciones torcidas de los que tienían delante. Señores, son muchos los que opinan que esta resurrección fabricada a golpe de dinero del contribuyente, de políticos figurantes sin un mínimo guión, de una Europa derechona con soluciones izquierdistas es más falsa que un duro de tres pesetas. Nos la están haciendo creer, como el dogma, mientras ellos velan el cadáver. La economía empieza a morir y para disipar dudas antes de que caiga al suelo la elevan a los altares. Es el momento para la política de foco y alcachofa, para vender humo contaminado. La historia nos enseñó, como ha quedado demostrado, que ante una decisión compleja es preferible decantarse por la opción menos mala. La misma experiencia nos dice que mentir sólo sirve para ganar tiempo o perpetuarse en el poder. El maquillaje es un invento de la realeza para tapar las secuelas de una vida desordenada. En unos meses llegará la luz del día. Entonces nos volveremos a ver todos las caras, sin máscaras ni tapujos. La verdad llegará implacable y, para entonces, los actores del disimulo estarán buscando una grada cómoda para ver el desenlace. Por ahora el pueblo calla. Calla y se revuelve en sus adentros contra aquellos que negaron durante meses que llegaría el chaparrón que ahora nos está calando.
Mientras, en alguna sala recóndita de un palacio perdido, se da la directriz de callar. Hay que seguir disimulando con política de foco y alcachofa...mientras se pueda. ¿No han visto nunca a un resucitado? Se equivocan, se llama Godon Brown.
Hasta mañana incrédulos sospechosos. Hasta mañana antorchas en la noche. Hasta mañana J.

lunes, 13 de octubre de 2008

De lo que todo el mundo habla

Un amigo me preguntaba este fin de semana si escribiría hoy sobre las palabras robadas a Rajoy. Mi respuesta fue un no rotundo y apostillé: "no lo haré porque todo el mundo hablará de eso y yo busco la originalidad. Eso sería demasiado facilón". Echando un vistazo a mi blog, siguiendo la recomendación de otro muy buen amigo de reandar el camino recorrido, me doy cuenta de algo que ya imaginaba, es decir, que siempre escribo de lo que otros ya escriben. Mi defensa contra la mediocridad temática ha quedado herida de muerte y ahora, sin escusas, ya puedo escribir sobre "el coñazo" del que todos hablan.

La noticia saltaba después de escuchar unas polémicas palabras al presidente del Partido Popular, el cual en conversación aparentemente privada con Javier Arenas decía lo siguiente: "Mañana tengo el coñazo del desfile. Menudo plan apasionante". Ayer todos los cámaras destinados a cubrir el Día de la Hispanidad se las ingeniaron como pudieron para captar la imágen más buscada, la cara bobalicona de Rajoy mirando al cielo amenazante de lluvia después de desprestigiar la fiesta nacional.

No me detendría más de lo necesario en esta anécdota basada en el importunio de un micrófono delator pero es necesario hacerlo por diferentes motivos. Recordarán que uno de los lemas que llevó a Rajoy a quedarse en el banquillo una vez más fue aquel de "España se rompe". Tildó a Zapatero decenas o centenares de veces de antipatriota y de no participar del espíritu español cuando se las entendía con los nacionalistas.

Otro de los recursos brillantes que condujeron a Rajoy a perder las elecciones fue la utilización del lema "la familia se rompe". Era la respuesta de cabecera de los populares y los obispos españoles cada vez que se debatía sobre el matrimonio homosexual. El tiempo, dijimos muchos, pondrá todo en su lugar y eso es lo que ha pasado. Rajoy vuelve a su lugar no por la evidencia de que España no se rompió ni el gobierno acabó con la familia, que también, sino por un ataque de sinceridad desmedida. Resulta que ahora los de la derecha europea se acogen a sistemas intervencionistas cuando el capitalismo caníbal amputa brazos y piernas al tiempo que Rajoy se desenmascara como un patriotilla más del montón. ¡Qué disgusto habrá supuesto el descubrimiento de un patriota de hojalata en el seno de la Iglesia tan vinculada siempre a los símbolos nacionales! Fue un sacerdote, Zacarías de Vizcarra, el que bautizó a la fiesta hispana y quitó aquello de racial. No salgo de mi asombro. Muchos ya habían dudado sobre algunos aspectos de la persona de Rajoy, algunos de ellos dentro de su mismo partido. Ahora de lo que se duda es de la raza del popular. Un aspirante a controlar los vuelos de la gaviota tiene que tener un excelente pedigree y Mariano parece ser mestizo. De nuevo crecen las sospechas como las sombras al caer la noche y Mariano, capea el temporal arrepentido de todo corazón y con propósito de enmienda. Dicen que ayer comentó que esto le ayudará a aprender a callar. Yo digo que por la boca ha muerto el pez y que ni las señoronas del visón de piel que todos los años cogen sitio en primera fila para insultar a Zapatero en este desfile, ni los del Foro de la Familia, ni los de las banderas preconstitucionales, ni los objetores de Educación para la Ciudadanía, se creen ya a este judío converso dando clases de catecismo. Auguro malos tiempos en Rajoylandia por este nuevo ataque de sinceridad. Va echándose en falta a los palmeros Zaplana y Acebes que tantas jornadas de gloria nos regalaron pero sería más divertida la reaparición en escena de un nuevo Alcaraz para animar el sarao. En Génova 13 se ha puesto el cartel de Se necesitan líderes: abstenerse Aguirres y alcaldes centristas.

Hasta mañana auténtico Rajoy. Hasta mañana auténtico Partido Popular. Hasta mañana nuevas soflamas hispánicas. Hasta mañana partidos aspirantes a gobernar. Hasta mañana J.

viernes, 10 de octubre de 2008

La depresión no conoce fronteras

Éste fue el lema elegido para la ocasión por la Asociación Europea de la Depresión (EDA) ya que ayer se celebró el Día Europeo para combatir esa enfermedad mental. El lema no es opinable, por eso me ha parecido tan adecuado para estos tiempos en los que todo se opina y vemos por doquier comportamientos alarmantes que bien merecen algunas revisiones de nuestra salud mental. La muestra de cómo están las azoteas la vemos en el contraste entre los cenorrios que se van dar los ejecutivos de la rescatada Fortis el fin de semana en un restaurante de súper lujo y el tiro que se pegó otro broker después de asesinar a toda su familia por la ruina en la que se había precipitado. Ambas respuestas ante la adversidad denotan que la salud mental del personal no pasa por su mejor momento, desde luego, pero es peor que el perfil de los que manejan nuestros dineros parezca sacado de un manual de psicopatología.
Los psicólogos nos han contado que la crisis económica ha conducido a más gente hasta sus consultas en estos meses lo cual no es de extrañar porque el paro, la asfixia de las deudas y las pocas esperanzas de mejorar la situación personal y familiar en breve, se convierten en auténtico abono para decenas de trastornos que esperaban agazapados su hora de dar el golpe.
La crisis sólo es el pretexto para que afloren los fantamas de una sociedad enferma acostumbrada a resolverlo todo a golpe de talón. No pretendo negar con esto la durísima realidad por la que atraviesan miles de familias europeas. Lo que sostengo, una vez más, es que esta crisis proviene de una carencia absoluta de norte en nuestra sociedad para encontrar la felicidad. O mejor dicho, es la consecuencia de buscar la felicidad por caminos autodestructivos. La prima hermana de la depresión es la ansiedad, también coronada reina de las bolsas de todo el mundo a estas horas. Mientras escribo esto escucho en la radio que la Bolsa española sufre la mayor pérdida de toda su historia. Los parqués se han convertido en sanatorios mentales donde reina el pánico y la desesperación. Mientras, los gobiernos de Europa, América y Asia intentan dar un mensaje de tranquilidad a sabiendas de que se les acaba el tiempo para terminar de construir el decorado del anuncio publicitario que da soporte a esta mentira. Los ciudadanos, lejos de ser tontos, buscan desesperadamente soluciones para su bolsillo (y no compran el producto que anuncian los gobiernos), recurriendo ahora a los antidepresivos cuando otrora recurríran a los bancos. El resultado salta a la vista: se extiende el pánico que empezó siendo verde y ya está tomando el color de la hemoglobina. Los psicoanalistas que yo tanto critico defienden entre sus máximas una digna de mención: cuando los miedos no nos dejan vivir hay que ir a lo profundo, a la raíz misma del miedo y no distraernos con el símbolo bajo el que aparece. La depresión es el síntoma. La crisis es el pretexto bajo el cual aparece. Así, la auténtica raíz de lo que está pasando hay que buscarla en la avaricia que alberga el corazón de algunos hombres que están celebrando su repugnante victoria. Los psicólogos llevan años yendo al fondo de la cuestión y por eso tienen tan mala fama. A ver si se animan los profesores de economía a viajar al centro de la Tierra, como Julio Verne. Entre tanto, otros nos preguntamos: ¿pagará alguien por haber liberado de su mazmorra a estos fantasmas? Cuando pase mucho, mucho tiempo les estaremos agradecidos por habernos dado un motivo para tener que hacernos más fuertes.
Hasta el lunes deprimidos del primer mundo. Hasta el lunes alegres pobres de solemnidad. Hasta el lunes calientes divanes de cuero. Hasta el lunes J.