Agradezco mucho el hecho de que existan programas de radio como "Afectos en la noche". Descubrí este espacio en medio de la ondas casi por casualidad, debido a mis trastornos de sueño justo antes de una intervención quirúrgica. Los "afectos" se emiten por RNE y su presentadora es Silvia Tarragona. Les invito a que escuchen esa voz y me digan si, alguna vez, se habían encontrado con algo tan sensual para sus oídos.
Pero no escribo sobre un programa de radio sólo por el tono melódico de su presentadora. Los contenidos de este espacio me han cautivado. La pasada noche se trató el tema de la muerte.
Como muchos ya saben acabo de enterrar a mi abuela, para mí una madre. Pero mi interés sobre la muerte me viene de adolescente. De joven quedé fascinado por la lectura de "Vida después de la vida" del afamado psiquiatra Raymond Moody. Allí se recogían sus conocimientos y observaciones sobre las experiencias cercanas a la muerte de sus pacientes.
Se tachó al doctor Moody de embustero y la ciencia ortodoxa le aborreció. Tanto se le presionó que acabó retractándose sobre lo escrito de la superviviencia de la mente (o alma) al morir.
Han pasado muchos años desde aquello. El tema vuelve con fuerza a los medios pero ahora, una élite científica, parece ser la interesada en estudiar en primera línea todo cuanto esconde este enigma.
Psiquiatras de reconocido prestigio, psicólogos, geriatras, oncólogos y otros perfiles profesionales se sumaron hace pocas semanas a la celebración del Primer Congreso Internacional sobre experiencias cercanas a la muerte.
Afectos en la noche no trató el tema desde este ángulo expresamente. A mí me descubrió la figura de Elisabeth Kübler-Ross, la madre de los enfermos terminales.
Esta doctora de origen suizo entregó su vida a asistir a los moribundos de media Europa. Trabajó altruístamente con enfermos de SIDA y niños deshauciados de la medicina.
Pronto se percató de que había vida después de la muerte. Quizá nunca lo había dudado pero le faltaba la confirmación que le vino de la experiencia de su propia labor humanitaria.
Según esta doctora todos tendremos que responder algún día a esta pregunta: ¿qué has hecho tú por los demás?
Gracias a Silvia Tarragona y su equipo se me abre una nueva línea de investigación sobre tanatología. Un nuevo testimonio de vida para meditar y comunicar a mi alrededor. Es momento de recogerme en sus obras y escudriñar su mensaje.
Algún día espero compartir con ustedes mis aprendizajes de la madre de los enfermos terminales. Para ser justos he decidido que partamos del mismo punto. Les presento a la protagonista de mis próximas lecturas y reflexiones. De entrada quédense con la pregunta inicial que me mueve a seguir su pista: ¿qué han hecho en sus vidas por los demás?
Impedida, postrada en una cama durante sus últimos años, la doctora no podía entender por qué su agonía duraba tanto. Un día recibió la respuesta de un Dios que habla por medio de cualquiera de sus criaturas: "Tanto has dado tú por los demás que no podías partir sin aprender a recibir tú también. Esto necesitabas aprenderlo antes de morir".
"En la vida sólo podemos elegir transitar por una de estas dos vías: la del amor o la del miedo."
Elisabeth Kübler-Ross. 1926-2004. Madre de los enfermos terminales.
Hasta mañana programas que dan vida y quitan sueño. Hasta mañana radio de mis ansias y anhelos. Hasta mañana buscadores de nuevas formas de fe. Hasta mañana J.
jueves, 15 de enero de 2009
Madre de los enfermos terminales
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1 comentario:
Amar muchas cosas, porque en amar existe la verdadera fuerza y quien ama mucho logrará mucho.
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