Los candidatos a la vicepresidencia del gobierno de los Estados Unidos se vieron anoche las caras en otro de los shows más esperados del año. Él era retratado por la prensa como un hombre experimentado en ese tipo de espectáculos y ella como la elegante madre de familia con tablas en eso de hacer guiños a la cámara (de la escuela de Carmen Sevilla en el anuncio del Farmatint).
El país que se derrumba a estas horas tuvo una nueva oportunidad anoche para interesarse por la ubicación exacta en el mapa de nuestro país, España. Zapatero volvió a la palestra en una tanda de reproches cruzados entre los protagonistas que parecía denotar que aquella clase política necesita encontrar urgentemente su lugar dentro de las relaciones en el panorama internacional. Ya sabemos que España es un aliado de los EEUU y que forma parte de la OTAN. Ya sabemos quién es Zapatero y dónde vive y la nueva lección de Sesame Street nos enseña que la distancia entre la primera superpotencia (por poco tiempo) del mundo y este modesto país de segunda sito en Europa es más inmensa que la profundidad del océano entre ambos continentes. En un momento dado la presentadora propone el tema de la eventual aprobación del matrimonio homosexual. Los hijos de América no tienen dudas al respecto. Ambos comparten la misma opinión: NO al matrimonio. Dichos al unísono ambos noes parecen decir lo mismo y no es así. Diseccionemos primero el no de Sarah Palin, el más radical. La candidata republicana habla en varias ocasiones de “la opción homosexual”, dando a entender que esa tendencia se elige, para negar todos los derechos que tengan que ver con la misma. No es partidaria de ampliar ni un solo derecho a este colectivo. El no demócrata en boca de John Biden ya es otra cosa. El candidato le echa morro y pasa de puntillas sobre el tema. Sabe que en esto no hay ninguna alianza sobre papel con Zapatero ni con la madre que lo parió y no conviene ceder protagonismo a un tema controvertido referente a una minoría social con poder, pero minoría al fin y al cabo. Veamos los matices escondidos. Este no es escurridizo porque encierra el deseo de la ampliación de derechos a los gays y lesbianas dentro de otras figuras pero nunca en el contexto matrimonial. Su postura equivale a un no al nombre y un sí a la ampliación de derechos. Las diferencias de discurso entre ambos son mínimas pero en el fondo son totales, como se puede apreciar. Esto me hace preguntarme sobre dos aspectos destacables.
Primero: ¿no se parece demasiado el discurso de los demócratas norteamericanos al del PP en temas de derechos sociales? Al final van a llevar razón mis amiguetes de izquierdas que dicen que los partidos allí se dividen entre las derechas y ultraderechas.
Segundo: ¿Obama esconderá debajo de sus alas aspiraciones de volar tan alto como anhelan algunos analistas? Mientras se resuelven estas cuestiones se pone de manifiesto que la aquilinopolainitis es una pandemia y que el divorcio entre pueblo y política sólo se resuelve con salvadores. Y el molde de los salvadores está hecho añicos desde hace décadas.
Hasta el lunes líderes salvadores de los oprimidos. Hasta el lunes salvador Zapatero. Hasta el lunes España medio a salvo. Hasta el lunes J.
viernes, 3 de octubre de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario